México se posiciona entre los cinco primeros países con mayor índice de trastornos de sueño.
En el marco del Día Internacional del Sueño, instaurado por la Sociedad Mundial del Sueño desde 2008, se busca sensibilizar a la población sobre el papel vital que juega un sueño reparador en nuestra salud.
Más del 40% de la población global sufre de trastornos de sueño, lo que aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades crónicas y México no es la excepción.
Con la llegada de este día, ya sea el 15 de marzo por Sleep Equity for Global Health o el 18 de marzo por la Sociedad Mundial del Sueño, se reveló un informe de Statista que coloca a Italia a la cabeza en problemas de sueño, con un 43% de su población afectada.
Le siguen España con un 42%, Estados Unidos con un 40%, Sudáfrica con un 39% y, destacando en la lista, México con un 38%.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha detectado que en 2023, un 45% de los mexicanos sufría de sueño de mala calidad, atribuible al síndrome de sueño ineficiente o insomnio. Además, la UNAM advierte sobre el creciente número de personas que sufren de trastornos como hipersomnia, narcolepsia, parasomnias y sonambulismo.
“No soñar ni descansar está colocando a las personas en una situación de desventaja, vulnerabilidad y alto riesgo”, subraya la institución, haciendo hincapié en las consecuencias para la salud.
Factores que contribuyen a la mala calidad del sueño
Según Santana Miranda, experto en medicina del sueño de la UNAM, los factores que contribuyen a la mala calidad del sueño en México son diversos, incluyendo largas jornadas laborales, turnos de noche, extensos desplazamientos para llegar al trabajo y el uso excesivo de dispositivos móviles.
“Nos estamos durmiendo bien, ni las horas suficientes, además no tenemos horarios de trabajos sanos, se vive para trabajar, esto acarrea una gran cantidad de problemas sociales y de salud”.
Santana Miranda
El Colegio Americano de Cardiología advierte que cerca del 8% de las muertes por cualquier causa están relacionadas con patrones de sueño inadecuados.
Coinciden en que fomentar buenos hábitos de sueño y una adecuada higiene del mismo es crucial para la salud a largo plazo, pudiendo disminuir el riesgo de padecer diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, así como trastornos de salud mental como ansiedad y depresión.