En nuestro país se empezó a celebrar el Día de la Madre hace muchos años ya, según el investigador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México
México fue el primer país latinoamericano en sumarse a celebrar el Día de la Madre, y debido al grado de importancia que adquirió la devoción a la madre en tierras aztecas el 10 de mayo de 1949, el presidente Miguel Alemán Valdés inauguró en Ciudad de México (CDMX) una gran escultura como Monumento a la Madre que está acompañada por una placa de bronce que dice: “A la que nos amó antes de conocernos”.
Se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen y el 10 porque en aquella época en México se pagaba en las decenas, aunque otras fuentes sitúan el primer día de la madre mexicano en Oaxaca en 1913, cuando la esposa de un presbítero metodista encontró una revista donde se comentaba el festejo y decidió retomar la idea.
José Vasconcelos y Rafael Alducín, fueron los artífices en México, de que la efeméride del Día de la Madre se establezca siguiendo con la tradición y el reconocimiento forjado por la activista estadounidense, Ann Marie Jarvis, quien, en honor a su madre, Ann Reeves Jarvis, luchó para que la festividad se celebre el segundo domingo de mayo.
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Sin embargo, la historia en México se desarrolló de manera diferente ocho años después de que oficialmente el Día de la Madre se instaure, aprobara y declarara como fiesta nacional en Estados Unidos por parte del Congreso y el presidente Woodrow Wilson.
Adoptando la efeméride creada por el aporte de Ann Marie Jarvis, el 13 de abril de 1922, el secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, y el periodista y fundador del periódico “Excelsior”, Rafael Alducín, tuvieron la iniciativa de que México tuviera su propia celebración por el Día de la Madre en una fecha específica, y mediante una publicación que se encargó de difundir la importancia del evento.