La Mesa de Seguridad en Michoacán sólo se reunió una vez antes del inicio de las campañas para las elecciones judiciales, generando preocupación por la seguridad.
Morelia, Michoacán.- A tan sólo seis días del arranque de las campañas estatales y a nueve de que comenzaron las federales, la Mesa de Seguridad para la Elección Judicial en Michoacán sigue sin convocar a una nueva reunión.
Este órgano, encabezado por el Gobierno de Michoacán, tiene como objetivo coordinar esfuerzos para garantizar la seguridad durante el proceso electoral, pero tras nueve días de que inició la campaña para la renovación del Poder Judicial de la Federación y a tan sólo seis de que inicie en lo local, las autoridades locales han mostrado desinterés en el asunto.
La primera y única reunión se realizó el pasado 27 de marzo, es decir, tres días previos al arranque de la campaña federal, y si bien no se trata de una elección de partidos políticos, en la que los candidatos realicen mítines, si se han denunciado al menos 12 casos de candidatos con señalamientos de nexos con el crimen organizado, abuso sexual o con nexos con una secta religiosa denominada La Luz del Mundo, denunciada por varios ilícitos.
La ausencia de la reunión, clave para el monitoreo y atención de riesgos en el contexto electoral, genera inquietud principalmente porque los pasados 3 y 5 de abril, se registraron enfrentamientos en la frontera Michoacán-Colima y un ataque armado en la carretera Morelia-Zinapécuaro.
La Mesa de Seguridad, cuya función es coordinar acciones entre instituciones federales, estatales y municipales, es vital para prevenir hechos de violencia que podrían afectar el desarrollo de los comicios, especialmente en un estado como Michoacán, históricamente marcado por altos índices de violencia relacionada con grupos criminales.
El 13 de abril marcará el inicio de las campañas estatales, en las que se elegirán jueces y magistrados del Poder Judicial de Michoacán, en tanto que las campañas federales ya han comenzado.
Michoacán ha sido escenario de conflictos violentos ligados a la lucha por el control territorial entre grupos del crimen organizado, lo que añade un nivel de complejidad al proceso electoral.
En años anteriores, la falta de una estrategia de seguridad clara y bien coordinada ha derivado en ataques a candidatos, miembros de partidos políticos y funcionarios electorales, lo que ha generado temor y desconfianza en el proceso democrático, situación que podría replicarse en este caso.
A pesar de la existencia de un protocolo contra riesgos, elaborado por el INE, la autoridad estatal tiene como obligación, garantizar la seguridad del desarrollo de las campañas, así como de la jornada electoral del próximo 1 de junio.
Por su parte, partidos políticos de oposición han expresado su preocupación por la falta de medidas claras.
El desinterés de las autoridades estatales refleja que se encuentran más enfocados en incidir en la elección judicial, a través de la supuesta promoción de ésta, más allá de enfocarse en su obligación: garantizar la seguridad.
El futuro del proceso electoral en Michoacán, que podría verse empañado por la violencia y la desconfianza, depende en gran medida de las acciones que se tomen en los próximos días.
La falta de una Mesa de Seguridad no solo pone en riesgo el desarrollo de las campañas, sino también la integridad misma del proceso electoral en uno de los estados más golpeados por la inseguridad en el país.