El alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, fue asesinado a balazos en una emboscada que sufrió la noche de este sábado a la altura del punto conocido como Las Curvas del Cajón, en el tramo entre San Lucas, Michoacán, y Ciudad Altamirano.
De acuerdo a reportes de la policía Federal también falleció su chofer, un civil y al menos dos federales se encuentran heridos, quienes fueron trasladados a una clínica en Ciudad Altamirano para su atención médica.
Según los reportes el presidente municipal partió a Huetamo por la tarde adonde tenía una refaccionaria y estuvo atendiendo su negocio para lo cual siempre era acompañado por la escolta que le facilitó el gobierno federal que constaba de una patrulla y sólo dos policías federales.
Se pudo conocer que retornaba a Ciudad Altamirano por la noche y alrededor de las 9:30 fue atacado a balazos al pasar por la zona de curvas conocida como Las Curvas del Cajón, sobre la carretera federal que va a Morelia, aproximadamente a 20 kilómetros de Ciudad Altamirano.
El reporte llegó a los cuerpos policiacos cerca de las 11 de la noche, tiempo en el que se movilizaron al lugar de los hechos y confirmaron la muerte del alcalde y de su chofer Omar Macedonio, quien era su cuñado.
Se supo también que un civil armado murió, supuestamente por la respuesta al ataque por parte de los policías federales.
Se reportó que la zona fue asegurada por seis patrullas federales y posteriormente también llegaron elementos del Ejército.
Pasada la medianoche la zona todavía permanecía asegurada por elementos policiacos.
El presidente municipal denunció hace aproximadamente 20 días que había sido amenazado de muerte por un grupo del crimen organizado y que contaba con un mensaje de advertencia donde señalaban que en estos días sería asesinado y lo hizo público, sin embargo no hubo ningún cambio en la seguridad con la que contaba.
Ambrosio Soto viajaba siempre con dos agentes de la Policía Federal y esa era su seguridad, en tanto que el resto de las medidas cautelares con las que contaba era que una patrulla estaba asignada a su negocio de refacciones en Ciudad Altamirano y que se movía en ocasiones a cuidar el negocio de sus padres a una cuadra de distancia. Una patrulla más se ubicaba a otra cuadra más de distancia del negocio de sus padres en donde estaba el negocio de uno de sus hermanos.
Soto Duarte había dicho que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario, inclusive consideró la posibilidad de organizar una autodefensa en contra de la delincuencia organizada.
El alcalde de Pungarabato, de extracción perredista, denunció en noviembre del 2015, ante la dirigencia nacional del PRD, los intentos de extorsión de la delincuencia organizada, que le cerraron sus tres refaccionarias con amenazas, y le pedían dinero del erario.
En aquellas fechas llegó a la ciudad un fuerte operativo federal con 500 efectivos, entre federales y gendarmes. En ese periodo secuestraron al esposo de la síndica, que terminó por pedir licencia definitiva.
El operativo Tierra Caliente, se disolvió poco a poco en los primeros cuatro meses.
El gobernador Héctor Astudillo Flores en su última visita Ciudad Altamirano le prometió a Ambrosio Soto Duarte que haría cualquier cosa por regresar a la policía.
El presidente estuvo en Estados Unidos la semana pasada acompañando al senador perredista Armando Ríos Peter en un foro organizado por la Organización de las Naciones Unidas en donde expreso la situación de inseguridad que vivía el municipio.
El repudio perredista
El Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática ( PRD) en Guerrero repudió “con indignación” el asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte.
En un boletín de prensa, el PRD recordó que el alcalde había pedido el apoyo de los gobiernos federal y estatal luego de que denunció las amenazas de las que fue objeto.
“Hoy (ayer), al igual que miles de guerrerenses, cae víctima de la violencia que ningún nivel de gobierno ha logrado detener, convirtiendo a nuestra entidad en ejemplo de la inoperancia de la estrategia federal, así como la ausencia de acciones claras en materia de seguridad pública por parte del gobierno del estado”.
El CEE hizo un enérgico llamado al gobierno federal para que tome en sus manos la investigación del asesinato de Soto Duarte, y que “muestre con resultados creíbles, que Guerrero no es una tierra de anarquía e impunidad como hasta ahora viene ocurriendo”.
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