Morelia, Michoacán.- El 93 por ciento de los incendios forestales son provocados por la mano del hombre, en algunos casos para hacer cambio de uso de suelo, en otros para armar fogatas y lo más alarmante es que han crecido el número de fumadores, pues un 18 por ciento de este 93, se provocan por bachichas tiradas a bordo de carreteras; solamente el 7 por ciento de los incendios nacen por la alta fuerza del clima.
Así lo dio a conocer el gerente estatal de la Comisión Nacional Forestal en Michoacán, Osvaldo Fernández Orozco, quien aseguró que a pesar de que ha crecido el número de incendios forestales, la cantidad de hectáreas dañadas es menor a la del año pasado. “Sin embargo, creo que debemos hacer conciencia en la gente que a parte de que no cuidan el bosque cuando hay incendios no van”, expuso, al decir que los voluntarios son mínimos cuando de apagar un incendio forestal se trata.
Al respecto, Fernández Orozco dio a conocer que el municipio que más incendios forestales tiene es Ciudad Hidalgo, seguido de Morelia y Uruapan; pero el que más hectáreas siniestradas tiene es Tuxpan, después Morelia y Ciudad Hidalgo. Ello, dijo, se mide de acuerdo a la cantidad de arbolado que se quema, pues todo lo que es pastizal no entra en los parámetros de Conafor, es decir, solamente se contabilizan las hectáreas en las que se perdieron árboles.
“En la Región Oriente nos ha sorprendido (el número de incendios) porque hay muchos silvicultores que son muy cuidadosos con el bosque, sin embargo creo que en el estado lo que corresponde a la Conafor lo hemos atendido en tiempo y forma y no se nos ha salido de control; y si aparecen 10 o 15 incendios los apagamos en tiempo y forma”, señaló el funcionario federal asentado en Michoacán.
En ese sentido, detalló que Morelia sigue apareciendo en los municipios con mayores incendios forestales y principalmente se debe al cambio de uso de suelo, sobre todo para la “cuestión de urbanización”; aunado a ello, destacó que la franja de demarcaciones en Ario de Rosales, Tacámbaro, Uruapan, y San Juan Nuevo, también es de las “foco rojo” en materia de incendios, aquí por cambio de uso de suelo.
Y es que esta práctica ha sido utilizada en los últimos años, con lo que conocen como el “boom” del aguacate y en muchos municipios se empezó a hacer cambio de uso de suelo de bosques y cerros para hacer plantación de aguacate, sin tomar las medidas necesarias para evitar desastres climatológicos. Lo que ha desencadenado una serie de operativos para desmantelar todas las huertas de aguacate que son consideradas ilegales, que son todas aquellas que tienen menos de 20 años de existencia.
“Nosotros como Conafor no debemos estar en contra de la producción de frutillas o aguacate pero debemos buscar el equilibrio, porque para subsistir un aguacate (árbol) requiere de la vida de 15 pinos y esto nos pone a temblar porque requiere de mucha agua y terreno, por eso buscamos que esté equilibrado para tener un desarrollo forestal sustentable”, señaló.