Más de un millón de empleados federales respondieron al correo de Elon Musk, enfrentando un ultimátum laboral
Estados Unidos.- Más de un millón de empleados federales respondieron al correo electrónico enviado por Elon Musk a los funcionarios del gobierno de Estados Unidos, en el que se les indica justificar sus puestos de trabajo, con el riesgo de resultar despedidos si no lo hacían, según informó Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.
Ella indicó que también cumplió con este ‘simple’ requisito y que le tomó solo minuto y medio completarlo.
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El controversial correo, emitido por la Oficina de Personal del Gobierno (OPM) con el título ‘¿Qué hiciste la semana pasada?’, requería que los empleados enumeraran cinco ‘logros’ recientes en su trabajo antes de la medianoche del lunes. Aunque inicialmente Musk y Trump indicaron que los empleados que no respondieran quedarían despedidos, la OPM aclaró más tarde que la respuesta era opcional y solicitó que la información compartida fuera lo más general posible para proteger datos sensibles.
Organismos como el FBI, el Departamento de Estado, el Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) recomendaron a sus empleados ignorar el correo, argumentando que son los supervisores directos quienes deben evaluar el rendimiento de los trabajadores.
‘Permítanme ser muy clara: el presidente (Donald Trump), Elon y todo su gabinete están trabajando como un equipo unificado y están implementando estas soluciones de sentido común’, declaró Leavitt.
Los jefes de cada agencia determinarán las mejores prácticas para sus empleados’, agregó. Leavitt aconsejó a los trabajadores responder el correo ‘a menos que sus agencias les hayan dicho que no lo hagan’.
‘Esto es para garantizar que los trabajadores federales no estafen a los contribuyentes estadounidenses, que se presenten en la oficina y que estén haciendo su trabajo’, enfatizó Leavitt, señalando que esta es una estrategia que Musk ha implementado exitosamente en sus empresas.
La medida refleja la creciente influencia de Musk en el gobierno republicano, lo cual ha provocado el descontento de empleados públicos, sindicatos y la oposición demócrata, quienes critican la falta de transparencia y el control excesivo del CEO de X y Tesla sobre las operaciones gubernamentales.
Musk también ha tomado otras medidas drásticas, como la eliminación de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), la suspensión de la ayuda humanitaria de Estados Unidos y la oferta de indemnizaciones a empleados públicos para incentivar su renuncia, bajo la amenaza de despidos forzosos para quienes no las acepten.