En Michoacán hay un millón 145 niños y adolescentes, de los cuales el 10.9 por ciento, es decir, poco más de 125 mil se ven orillados a trabajar, lo cual repercute en diversos factores para su desarrollo y el respeto de sus derechos básicos.
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, una proporción significativa de los niños que trabajan no asiste a la escuela (47.3 por ciento) y de los ocupados que asisten (52.7 por ciento) combina trabajo y estudio, lo que puede traducirse en un bajo rendimiento escolar.
La Encuesta Intercensal 2015 revela que de los infantes ocupados, no todos se emplean por la misma duración de la jornada, el 24.5 por ciento manifiestan no tener un horario, mientras que el 29.4 por ciento de ellos trabajan 35 horas o más a la semana y en el otro extremo se ubica el 45.9 por ciento que labora menos de 35 horas.
El estudio también da a conocer que en la entidad de acuerdo al módulo de trabajo infantil, el 36.0 por ciento de los menores de 5 a 17 años que laboran aportan para el ingreso al hogar, cifra que supera la media nacional que es del 30.9 por ciento.
Cabe resaltar que el trabajo infantil, como actividad ilícita compromete el futuro los niños que son utilizados para ejercerla, ya que provoca violaciones a sus derechos básicos, pone en riesgo su integridad física, emocional, social y moral y sobre todo es un factor que perpetúa el círculo de pobreza.
En nuestro país…
Las cifras del INEGI muestran que en el año 2013 había 29.3 millones de niñas, niños y adolescentes (entre 5 y 17 años de edad), que representa aproximadamente una cuarta parte de la población total, y de acuerdo a datos del Módulo de Trabajo Infantil anexo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2013, se estima que durante ese año se trabajaron 2.5 millones de niños y adolescentes dentro de estos rangos de edad.
Una cifra alarmante es que a nivel nacional poco más de 276 mil niños y jóvenes de 5 a 17 años no asisten a la escuela por tener que trabajar; y en el rango de 5 a 13 años son casi 20 mil los que se encuentran en esta situación.
En el mundo…
En ese sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el año 2013 estimaba que 168 millones de niños y adolescentes trabajaban en el mundo, de los cuales más de la mitad realizaron trabajos tipificados como peligrosos.
La OIT además dio a conocer que América Latina concentró el 8.8 por ciento de esta población, con 13 millones de niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil.
El maltrato y la violencia…
El trabajo infantil y las pésimas y riesgosas condiciones a las que se enfrentan los niños y adolescentes no son la única problemática para las nuevas generaciones, sino que la violencia y el maltrato son aspectos que dejan daños psicológicos y físicos en los niños y jóvenes.
De acuerdo con la UNICEF en México existe una brecha entre el discurso de la protección de los derechos de la infancia y algunas prácticas violatorias de los derechos humanos y de la dignidad de niños, niñas y adolescentes.
La ausencia de un sistema veraz y fiable de información sobre las formas en que se ejerce la violencia contra la infancia y las consecuencias de ésta, dificulta la tarea de hacer visible este problema.
Los datos generales revelan alarmantes cifras, ya que siete de cada diez jóvenes sufre violencia en su relación de noviazgo, en cuanto a la violencia en la familia, sólo el 34 por ciento de las mayores de 15 años no atestiguaron violencia física entre sus padres y el 66 por ciento restante ha vivido al menos una de las formas de violencia.
El problema se acrecienta al analizar la violencia en niños en entornos como la familia, la escuela y otros centros de trabajo o instituciones, en donde generalmente se legitima y acepta socialmente o se ven hasta cierto punto de una forma natural.
Un problema mundial…
El Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y Niñas de Paulo Sérgio Pinheiro, experto independiente para el Estudio del Secretariado General de las Naciones Unidas sobre la Violencia Contra los Niños, revela que los casos de infanticidios, castigos crueles y humillantes, tratos negligentes y abandonos, así como abuso sexual existen desde la época de las antiguas civilizaciones.
Además detalla que una gran proporción de niños y niñas en todas las sociedades sufre violencia significativa en sus hogares y da a conocer que solamente 16 Estados en el mundo prohíben todo castigo físico a los niños en todos los entornos, lo que deja a la gran mayoría de la población infantil del mundo sin la protección legal necesaria para que no sean golpeados y deliberadamente humillados en sus hogares.
Adicionalmente da a conocer que los niños y niñas sufren violencia a manos de las personas encargadas de su cuidado en la escuela y en los sistemas de protección y de justicia, así como en los lugares donde están trabajando de manera legal o ilegal.
Además, solamente el 2.4 por ciento de los niños y niñas del mundo están protegidos jurídicamente contra el castigo físico en todos los entornos.
Consecuencias de la violencia…
Consecuencias para la salud física: lesiones abdominales o torácicas, lesiones cerebrales, moretones e hinchazón, quemaduras y escaldaduras, lesiones del sistema nervioso central, fracturas, desgarros y abrasiones, lesiones oculares, discapacidad.
Consecuencias sexuales y reproductivas: problemas de salud reproductiva, disfunción sexual, enfermedades de transmisión sexual, como la infección por el VIH y el SIDA, embarazos no deseados.
Consecuencias psicológicas: abuso de alcohol y otras drogas, disminución de la capacidad cognoscitiva, comportamientos delictivos, violentos y de otros tipos que implican riesgos, depresión y ansiedad, retraso del desarrollo, trastornos de la alimentación y el sueño, sentimientos de vergüenza y culpa, hiperactividad Incapacidad para relacionarse, desempeño escolar deficiente, falta de autoestima, trastorno postraumático por estrés, trastornos psicosomáticos, comportamiento suicida y daño autoinfligido.
