Morelia, Michoacán.- ¡Ayotzinapa vive, la luche sigue! Fue la voz que retumbó este día en algunas calles de la capital michoacana, y es que este martes se cumplieron tres años de la desaparición de 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural “Raul Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, por lo que los padres de éstos, normalistas de la Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán (ONOEM), algunos moradores de casas de estudiante e incluso alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia marcharon este día.
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En punto de las 16:00 horas comenzaron a aglutinarse los manifestantes afuera de la Casa de Gobierno. A las 17:00 horas, aproximadamente, emprendieron la movilización, reanudaron la lucha y comenzó la manifestación.
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El trayecto seguido por los manifestantes fue de Casa de Gobierno hasta la Calzada Juárez, posteriormente arribaron a la plaza Carrillo, y finalmente transitaron por la calle Abasolo hasta llegar a la avenida Madero, hasta el Palacio de Gobierno, en donde lanzaron algunas consignas.
La marcha se realizó sin contratiempos. No hubo pintas en esta ocasión. No hubo palos, no hubo agresiones ni insultos, eso sí, hubo reclamos contra el gobierno y también hubo rostros de padres de familia desconsolados.
Aproximadamente mil manifestantes acudieron a esta movilización, sin embargo, alrededor de 300 más también llegaron al mediodía a Palacio de Gobierno, mientras que otras 200 salieron a la misma hora de las Tarascas hacia el primer cuadro de la ciudad, y algunos otros que ya esperaban ahí, por lo que se conformó un gran contingente.
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Ahí lanzaron consignas, explicaron y lamentaron que después de tres años no haya respuestas claras y concisas sobre el paradero de estos jóvenes que el pasado 26 de septiembre desaparecieron, cuando iban a conseguir autobuses a Iguala, Guerrero, para asistir a marchar el 2 de octubre de ese mismo año a la Ciudad de México.
A pesar de que se vaticinan lluvias, estas gotas de agua no diluían los gritos y las consignas por parte de los manifestantes. Hoy hace tres años que no saben de los 43 ¡no somos uno, no somos dos, somos un chingo y nos faltan 43!