Desde el Palacio del Arte hasta el Centro Histórico, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) salió a las calles para reclamar por la detención de Miguel B, quien durante un operativo policial realizado el pasado miércoles 7 de diciembre en la tenencia de Guacamayas, fue detenido por presuntamente causar destrozos en las vías ferroviarias.
Eran las 10 horas de este viernes y un multitudinario grupo de profesores comenzaba a hacer presencia en el Palacio del Arte, desde donde más tarde se trasladarían al Centro Histórico, conduciéndose por Camelinas, la Avenida Enrique Ramírez y el Acueducto.
Corría el reloj y no parecía existir una respuesta considerable en cuanto a la asistencia de los docentes, por lo que el arranque de la movilización se demoró por cerca de dos horas, mientras se conjuntaba un contingente que pudiera cubrir al menos un carril en el trayecto de la movilización.
Fue a eso de las 12 horas cuando los docentes se levantaron de las banquetas y comenzaron a distribuirse por la Avenida Camelinas con la intención de bloquear uno de sus carriles centrales. Esto, derivó en que los automovilistas que transitaban por la zona reaccionaran con descontento, pues ya con la vialidad obstruida, pasó poco tiempo para que se generara un embotellamiento en la zona.
Custodiados por elementos de la Policía Michoacán, los profesores comenzaban a emitir diversas consignas; todas ellas relacionadas a la detención del centista que, desde el pasado miércoles 7 de diciembre, permanece recluido en el penal David Franco Rodríguez, mejor conocido como Mil Cumbres.
Una vez que se estableció el bloqueo en Camelinas, las banderas y pancartas de los docentes empezaron a alzarse con mensajes que rezaban: “presos políticos libertad”, “alto a la represión” y “no a la Reforma Educativa”.
El reloj marcaba las 12:30 horas y la CNTE emprendió marcha rumbo al Centro Histórico, en donde se preveía realizar un mitin frente al Palacio de Gobierno para exponer los reclamos ya mencionados en esta nota informativa.
Antes de conducirse por el Acueducto de Morelia, la disidencia magisterial cesó su andar frente el Poder Judicial de la Federación, en donde hace unos días se consumó el encarcelamiento de Miguel B, quien previo a su detención se desempeñaba como director de la Escuela Secundaria Técnica 154, ubicada en Lázaro Cárdenas.
“Libertad, libertad a los presos por luchar”, gritaban los docentes frente al Poder Judicial de la Federación, mientras los dirigentes del contingente les indicaban que la siguiente parada se realizaría en la Procuraduría General de la República (PGR).
Tras unos 30 minutos de gritar consignas de reclamo frente al recinto referido, los centistas y normalistas presentes se condujeron por la Avenida Enrique Ramírez, para posteriormente incorporarse al Acueducto de Morelia.
Ya en el Acueducto, la CNTE paró a las afueras de la PGR. Ahí, los reclamos se hicieron escuchar aún más, por haber sido esta la instancia que consignó a siete docentes partícipes en los bloqueos que la disidencia magisterial emprendió sobre las vías ferroviarias de la entidad en días pasados.
La marcha prosiguió por el Acueducto hasta llegar al primer cuadro de la ciudad, en donde, en voz del dirigente de la CNTE, Víctor Manuel Zavala Hurtado, se hicieron escuchar los reclamos que el magisterio tiene hacia el gobierno de Silvano Aureoles Conejo.
Frente al Palacio de Gobierno, el líder centista exhortó al Gobierno del Estado a responder tanto por la detención del profesor apresado como por los bonos que no se han entregado en el sector educativo.
El dirigente de la Sección XVIII prosiguió diciendo que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación trabajará de la mano con los normalistas, a fin de que los estudiantes gocen de plazas automáticas al egresar de sus respectivas instituciones.
Posterior al mensaje del dirigente centista, los profesores se fueron dispersando de manera paulatina hasta dejar despejado el primer cuadro de la ciudad, terminando así la movilización que la CNTE emprendió para exigir la liberación el profesor que permanece detenido.