Morelia, Michoacán.- Un centenar de personas enfermas de cáncer se dieron cita en el Hospital General de Morelia, para “verse con otra cara” gracias a la iniciativa de Rosario Mendoza Fernández de la asociación “Manitas la Pulsera de la Leucemia”. Y ello, en el marco del Día Internacional de la Leucemia.
Las y los enfermos de cáncer son de aproximadamente 25 años en adelante, debido a que en este hospital no se trata a niños. Y a pesar de ello, han sentido un “respaldo” de parte de Manitas por las acciones que se realizan en esta asociación.
Y es que Manitas, se ha dado a la tarea de apoyar a enfermos de cáncer y cumplir el sueño de muchos de ellos, desde pasarelas de pequeñitos menores de 10 años, hasta modelos de 15 y ahora, los cambios de look para personas adultas que también sufren los estragos de una de las enfermedades más “crueles”.
Desde temprana hora comenzaron a llegar las y los pacientes que tomaron su turno y esperaron a que los voluntarios de dos institutos de belleza y una estética, iniciaran con el maquillaje, los cortes y peinados para que por lo menos un día, tengan esa felicidad de verse “con otra cara”.
Para Alicia, que desde hace tres años cuando se le diagnosticó el cáncer no había tenido ganas de arreglarse, la oportunidad que hoy se les brinda fue de mucha ayuda y animada por sus papás y hermanos, decidió hacerse maquillaje y otra vez, “verse bonita ante el espejo”.
“No se trata de que te veas bien o mal, se trata de que muchas de las que estamos enfermas de cáncer no queremos vernos al espejo, a veces todavía tenemos cabello, pero sabemos que en algún momento de nuestro tratamiento se va a caer y vienen los momentos de depresión, de no querer salir, de no querer verde en el espejo porque a veces no nos reconocemos. Pero hoy lo voy a hacer, porque hoy estoy dispuesta a salir adelante”, relata.
Y entre los acompañantes está la madre de una de las más jóvenes, quien platica que han sido difíciles los momentos de su familia desde que apareció el cáncer; sobre todo porque no había antecedentes en su familia y no sabían cómo actuar. “Es una enfermedad que te cambia la vida, porque debes aprender a alimentarte, a alimentar al paciente, estar al pendiente porque tienen crisis de dolor en ciertos tiempos. Yo no cuestiono la voluntad de Dios, pero le pido muchas fuerzas para que mi hija y toda mi familia salga adelante. Porque hubo días en los que no sabíamos cómo consolarla; ahora ya tuvimos una persona que nos ayudó a superar esas primeras crisis y todos estamos en la misma línea de salir adelante juntos”.
Es importante hacer mención, que a parte de los maquillajes y peinados, hay dinámicas que incluyen terapia de risas, algunos juegos. Y se les ofrece un bocadillo para que pasen un día agradable. Los voluntarios visten una bata de médico y una peluca y/o nariz, al estilo “Patch Adams”.