España.- Fanáticos del Mallorca en el aeropuerto de Palma, y un centenar en el estadio Son Moix, brindaron un caluroso recibimiento a los jugadores que dirige el técnico mexicano, Javier Aguirre, tras la clasificación para disputar la final de la Copa del Rey.
A los gritos de “Illa, Illa, Illa, nos vamos a Sevilla” (la final se disputará en el estadio La Cartuja), luciendo bufandas y camisetas del club balear, los seguidores exteriorizaron su júbilo por la victoria en la tanda de penaltis ante la Real Sociedad en el Reale Arena.
El jugador más aclamado fue Dominik Greif; el portero eslovaco, quien paró dos penales, uno en el tiempo reglamentario y otro en la tanda de penaltis, se bajó de su automóvil para firmar autógrafos y fotografiarse junto a los fanáticos a la llegada del autobús del equipo a Son Moix.
El júbilo por alcanzar la cuarta final de la Copa del Rey en los 108 años de historia del Mallorca se desbordó en la capital balear inmediatamente después de que Sergi Darder marcara el quinto y definitivo penalti.
Decenas de aficionados se concentraron en la céntrica plaza de las Tortugas, tradicional enclave de celebración de los triunfos mallorquinistas.
Además, en las tradicionales y clásicas peñas, se organizaron una despedida multitudinaria y el club reunió a unos 2 mil aficionados para ver el partido en una pantalla gigante instalada en Son Moix.
El Mallorca espera ahora solamente a su rival que saldrá del enfrentamiento entre el Athletic de Bilbao y Atlético de Madrid en duelo a celebrarse mañana en San Mamés a partir de las 14:00 horas del tiempo del Centro de México.