Para Silvano Aureoles Conejo, los maestros se comportan peor que delincuentes; sostuvo que “así haya gritos o descalificaciones”, van a cumplir el derecho de las niñas y niños a recibir educación de calidad.
Lo aseguró visiblemente enojado en Apatzingán luego de que unos treinta profesores identificados con CNTE irrumpieron en el evento que encabezó junto con el secretario de desarrollo social del gobierno de la República, José Antonio Meade.
Al recordar los disturbios que protagonizó la CNTE durante la visita del secretario de educación Aurelio Nuño Mayer en Morelia el pasado miércoles, Aureoles aseguró que;
“Los maestros se comportan peor que los delincuentes, como pandillas de vándalos, rompiendo videos, subiéndose a la azotea, lanzando piedras, eso no se ve bien en alguien que se dice que es maestra o maestro, les ponen mal ejemplo a los niños”.
En primer momento, cuando los manifestantes comenzaron a gritar ¡fuera Silvano, fuera Silvano, fuera Silvano¡, el gobernador solo solo les pido que “había de ser más respetuosos”.
Loa manifestantes fueron desalojados por policías antimotines y federales; algunos asistentes abuchearon a los profesores; el gobernador siguió con su discurso.
Con recio gesto Aureoles Conejo aseguró que “el tiempo y la paciencia también se acaban” e invitó a los profesores a que “reflexionen sus actitudes”.
Y desde la tierra caliente, epicentro de movimientos sociales, armados, origen y centro de operaciones de cárteles del narcotráfico Aureoles Conejo amenazó:
“Desde aquí les digo a los maestros rijosos que hay límites, hay límites; hemos sido demasiado tolerantes con sus acciones, soy un respetuoso a la libertad de expresión a disentir, pero su derecho acaba cuando empiezan el de los otros”.
Respecto la reforma educativa, Aureoles Conejo recalcó que “nada nos va a detener por qué nos asiste la razón; la inmensa mayoría de maestras y maestros quieren su profesión y quieren hacer lo mejor para la formación de niñas y niños”.