El proyecto del NAIM “es viable en materia de riesgo ambiental”
Ciudad de México.- La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó en su página de internet, el resolutivo que da como concluido el trámite correspondiente a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de construcción del NAIM de Santa Lucía.
El reporte señala que la “situación actual” del trámite en cuestión es de “concluido” y fue notificado desde el pasado jueves 18 de julio al promovente, es decir a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El expediente entregado a Sedena incluye el Informe Final de la Manifestación de Impacto Ambiental de tipo Regional, hecho por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual señala que el proyecto “es viable en materia de riesgo ambiental”.
Ese informe se publicó en la página de internet de la Secretaría, desde el pasado mes de abril.
El expediente quedó registrado en Semarnat con el número de trámite 09/DL-0155-04/19 y el número de proyecto 15EM2019V0064.
Este sábado, de gira por San Luis Potosí, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lanzó un reclamo público a Semarnat, por la tardanza para entregar los estudios de Impacto Ambiental sobre Santa Lucía.
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Unas horas después, se dio a conocer que el trámite quedó terminado y debidamente notificado a Sedena, desde el pasado jueves 18 de julio. Los estudios son los que realizó el Instituto de Ingeniería de la UNAM y fueron hechos del conocimiento público desde abril pasado.
El resumen ejecutivo entregado por Semarnat a Sedena, así como el estudio completo que comprende 907 páginas, incluye el detalle de los impactos ambientales de la obra, las acciones de prevención y mitigación de dichos impactos, un pronóstico ambiental y no presenta alternativas al Aeropuerto “Felipe Ángeles”.
El texto señala que “el Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, con base en la información proporcionada por Sedena y bajo el contexto presentado en el estudio es viable en materia de riesgo ambiental”.
Agrega textualmente que “las consecuencias potenciales de los eventos evaluados presentan afectaciones mínimas al entorno ambiental, en su mayoría temporales, por lo que el sistema ambiental local tiene la capacidad de recuperar los valores normales en sus componentes ambientales presentes en la etapa de operación del proyecto”.
Puntualiza que la ejecución del proyecto generará 38 impactos adversos significativos y 31 impactos benéficos significativos. Los principales impactos adversos son las “emisiones contaminantes a la atmósfera y ruido generada en la etapa de operación del proyecto”.
Así como “el uso de aguas del acuífero para la operación del proyecto se considera como un impacto adverso para los usos que se le podría dar a ese caudal durante la vida útil del proyecto, poniendo en riesgo el sobreexplotado acuífero para dotar de agua a la población circundante”.
Entre los principales impactos positivos o beneficios significativos, identifica la atención a 18 millones de pasajeros al año, los desarrollos comerciales en torno al proyecto, la generación de empleos con la demanda de mano de obra, derrama económica y aumento en la actividad de comercios y prestación de servicios.
Como medidas de prevención y mitigación de impactos ambientales generados por la contaminación, emisión de gases, polvos y partículas a causa de la obra, recomienda desarrollar un programa de mantenimiento de los vehículos y maquinaria a utilizar en la construcción.
Sugiere humedecer a diario los caminos de terracería, establecer un área específica para almacenar residuos no peligros y tener un almacén temporal de residuos peligrosos con piso de concreto; emprender un programa de reforestación, rescate y reubicación de flora silvestre.
Triturar los materiales producto del desmonte de la zona; emprender acciones para “ahuyentar fauna silvestre y reubicar especies de “baja movilidad”; y contar con un programa de manejo, protección y conservación de fauna silvestre. Añade que el proyecto generará un aumento gradual en la presencia de contaminantes, por el uso de turbosina para las aeronaves.
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Entre los principales contaminantes que proliferarán estarán los óxidos de nitrógeno, gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y los que emitan los vehículos que circulen por el lugar. Ello, aunado a que la contaminación por ruido se incrementará, apunta.
El Aeropuerto de Santa Lucía también generará escasez de agua en la zona, “provocando que el nivel estático de agua subterránea disminuya en los próximos años. Los bancos de materiales autorizados se verán afectados por la adquisición de los agregados petroleros, cuyo efecto consistirá únicamente en la disminución de su vida útil”.
El impacto provocado por el desmonte y despalme de masa forestal en la zona del proyecto, se podría compensar con acciones de reforestación por parte de la Sedena, dice.
En la etapa de preparación del sitio habrá alteración del hábitat de varias especies “así como una disminución en la biodiversidad del sistema”, elementos que podrían resarcirse cuando el Aeropuerto esté en operación.
El documento de resumen añade que el sistema ambiental del lugar ha presentado inestabilidad biológica, social y económica en los últimos años, por el desarrollo desigual de la región; así como problemas ambientales importantes, equilibrio inestable y vulnerable.
Sin embargo, contempla que la derrama y beneficios económicos que implicará el proyecto, paulatinamente podrían compensar el daño ambiental que provocará.