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Los Texans de Houston visitarán esta noche el Gillette Stadium para enfrentarse con unos Patriots de Nueva Inglaterra que buscan un nuevo parche para la posición de mariscal de campo, en el arranque de la Semana 3 de la NFL.

Pese a que el entrenador en jefe de los “Pats”, Bill Belichick, se caracteriza por su capacidad para armar equipos cuyos jugadores parecen simplemente partes intercambiables, en esta ocasión enfrentará un auténtico reto en este sentido, luego que acaba de perder a su suplente estrella, Jimmy Garoppolo.

Con el titular indiscutible, Tom Brady, suspendido hasta la Semana 4, Garoppolo supo llenar sus zapatos, sin embargo, el pasado domingo, en la segunda semana de actividad, el egresado de la Universidad del Este de Illinois salió lesionado del duelo contra los Dolphins de Miami y se espera que esté fuera de acción al menos dos semanas.

Con los Texans tocando a la puerta para el juego que dará inicio a la tercera semana del calendario regular de la NFL, las opciones para Belichick son escasas y la más viable, hasta el momento, parece ser el novato Jacoby Brissett.

En estas dos semanas, la defensa de los Texans ha admitido apenas 274.5 yardas totales por juego, de las cuales sólo 178.5 han sido por la vía aérea, y aunque en la primera semana enfrentaron a un Jay Cutler (Chicago) que está muy lejos de la élite de la NFL, en la segunda hicieron un buen trabajo conteniendo a Alex Smith (Kansas City).

A menos que Belichick se saque un gran truco de debajo de la manga, el peso ofensivo de Nueva Inglaterra recaerá en los hombros del corredor LeGarrette Blount, hasta el momento el cuarto mejor de la Liga, con un total de 193 yardas en 51 acarreos, dos de ellos para anotación.

Blount deberá aprovechar el hecho de que la defensiva terrestre de los Texans es apenas la décima mejor de la Liga, con promedio de 99.8 yardas admitidas por juego, para sacar adelante el ataque de sus “Pats”, que deberá aprovechar en todo lo que vale su condición de local.

Texans, por su parte, está ante una oportunidad inmejorable de pegarle a Nueva Inglaterra, equipo al que sólo le ha ganado una vez en su corta historia y eso fue hace ya seis años, un complicado 34-27 como local en el Reliant Stadium de Houston, Texas.

Ahora, además de la motivación por un buen arranque de campaña, los de Houston tienen de su lado a una de las sorpresas de esta temporada, el mariscal de campo Brock Osweiler, quien con números modestos, 41 de 68 en pases completos, 499 yardas, tres touchdowns y tres interceptados, ha sabido llevarlos por el camino de la victoria.

Enfrente, Osweiler tendrá una ofensiva engañosa, que suele permitir muchas yardas a sus rivales (401.5 por juego esta temporada), pero que se cierra bien en la zona roja para permitir apenas 22.5 puntos por encuentro, cifra que, usualmente, le resulta fácil de superar a la ofensiva de Tom Brady.

Y en lo que pinta para ser un duelo de corredores, Texans cuenta con el quinto mejor de esta temporada, Lamar Miller, quien acumula 189 yardas en 53 acarreos, aunque todavía tiene pendiente su primera visita a la zona de touchdown, contra una defensiva que admite 96 yardas terrestres por cotejo.


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