19 de Abril de 2016
No basta con las disculpas del general secretario Salvador Cienfuegos ni las del comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, por el balconeado caso de Elvira Santibáñez, una joven de 22 años, torturada en Ajuchitlán, Guerrero, por dos militares y tres policías federales.
Es un reconocimiento de que las cosas no andan del todo bien en materia de derechos humanos. Eso ya es ganancia. Pero hay que ir más allá de las palabras o los discursos, así sea frente a oficiales y a la tropa. Es urgente tomar medidas para que casos así no se repitan.
Adelantarse a la coyuntura. No dar margen a sospechas de que se tapan las cosas. Aplicar castigos ejemplares a los que utilizan esa incalificable práctica que nos tiene en la vitrina del horror: la tortura.
Los derechos humanos se han convertido en el talón de Aquiles del régimen del presidente Peña. En el gobierno lo saben. Por eso el discurso del secretario de la Defensa. Por eso las palabras del comisionado. Por eso la condena del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Los tres coinciden: la tortura es repugnante e inadmisible, agravia a la sociedad, daña la imagen del país, deshonra a las Fuerzas Armadas, denigra a las policías.
Hechos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato o el caso de tortura en Guerrero, nos proyectan en el mundo como un país dominado por bárbaros.
Lo vimos en la reciente gira por Alemania, donde la canciller Angela Merkel se vio obligada a abordar el caso de Ayotzinapa y hasta ofreció el savoir faire de los germanos para aclarar el caso de los 43 normalistas desaparecidos.
En Copenhague, Dinamarca, la activista sueca Jenny Wenhammar, mostró sus senos con la leyenda “PRI-Asesino” en un acto al que asistía el Presidente mexicano. La mujer fue multada por exhibicionista y puesta en libertad.
Cuando le preguntaron por qué lo hizo, respondió: “Para llamar la atención sobre lo malo que existe en México”.
Los adversarios del régimen saben, también, de este punto vulnerable del régimen.
No es casual que a Jenny la hayan arrestado junto a un fotógrafo. Media hora después de ocurrido el hecho, la imagen ya circulaba en medios de comunicación. “Es rentada”, dicen voces oficiales. Wenhammar tiene antecedentes. En el 2014 realizó una protesta similar frente al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.
Los derechos humanos en México son, incluso, parte del discurso de campaña de Hillary Clinton en EU. En una entrevista de televisión, la favorita para llegar a la Casa Blanca se declaró “preocupada” por el video de Elvira.
“No creo que sea violando los derechos humanos como se acabará con el crimen”, dijo la aspirante a la candidatura demócrata. La joven Santibáñez está presa por portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Los hechos ocurrieron hace casi 14 meses en Ajuchitlán, Guerrero. La Sedena dice que se enteró hasta el 15 de diciembre del 2015. Un mes después estaban en la cárcel los implicados. No es el caso de la Policía Federal, que apenas toma cartas en el asunto.
Las preguntas surgen una tras otra: ¿quién grabó la repugnante escena? ¿Un militar o un policía federal? ¿Quién la subió a las redes sociales? ¿Cuántos casos más habrá que no han sido grabados?
El video se hizo viral en el peor momento. Justo cuando la CIDH, la ONU y el famoso GIEI acusan al régimen de falta de voluntad política para neutralizar las violaciones a los derechos humanos. El presidente Peña tiene en el espinoso tema uno de los retos mayúsculos de su sexenio.
- Lo tenemos de fuente oficial. Es falso que Miguel Basáñez fue removido de la embajada de Estados Unidos por hablar mal de Donald Trump. Tampoco lo quitaron porque hizo declaraciones favorables a la aspirante presidencial panistaMargarita Zavala. Tan es así que pronto lo veremos en un nuevo cargo. Su salida obedeció a la necesidad de un cambio de estrategia diplomática con EU derivado del fenómeno Trump. El gobierno quiere fortalecer la imagen, la promoción y los intercambios con EU.
El perfil del próximo embajador, Carlos Sada Solana, de amplia experiencia consular, responde mejor a los nuevos requerimientos. Es, también, el caso dePaulo Carreño King, quien suplió en el cargo a Carlos Pérez Verdía, hombre deJosé Antonio Meade, en la Subsecretaría para América del Norte de la Cancillería.Carreño era coordinador de Marca País y Medios Internacionales de la Presidencia de la República.
- No podía ser de otra manera. El TEPJF le dio un revés al INE. Le ordenó otorgar el registro como candidatos de Morena a las gubernaturas, David Monreal, Zacatecas, y Durango, Guillermo Favela, respectivamente.
Los consejeros electorales querían quitarlos de las boletas electorales con el argumento de que presentaron su informe de gastos de campaña en forma extemporánea. Morena manejó el asunto como un intento de “desafuero”. La estrategia funcionó. El caso más polémico es el de David Monreal. El senador con licencia es competitivo. Lo dicen las encuestas. El retiro de su registro lo victimizó y le dio municiones a López Obrador rumbo al 18. La gente salió a la calle en Zacatecas para protestar contra la autoridad electoral. El rigor del INE —que no aplica con el PVEM ni en el peor de los casos— hizo subir al abanderado de Morena cuatro puntos en la intención de voto.
No fue una votación unánime la del Tribunal. Quedó 4-2. El pleno, en votación dividida, consideró que Morena y los resurgidos candidatos presentaron de manera extemporánea el informe de ingresos y gastos de precampaña. Pero no se actualiza la omisión de rendir informes. Para ponerlo en palabras del magistradoPedro Esteban Penagos:“Hubo extemporaneidad y no omisión. La sanción debe graduarse para no hacer nugatorio su derecho a ser votado”, dijo.
El voto en contra fue de los magistrados María del Carmen Alanís y Flavio Alanís.
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