Los precios internacionales del petróleo se han beneficiado en las últimas jornadas por la percepción de que se bombea menos crudo y que los inventarios crecen a un menor ritmo. Sin embargo, existen dudas sobre una recuperación más sostenida.
El petróleo de referencia West Texas Intermediate (WTI) ha ganado más de 66% desde el mínimo en 13 años que tocó en febrero, y el viernes avanzó 1.29% para cerrar en 43.74 dólares por barril. El Brent culminó la jornada en 45.11 dólares por barril, un incremento de 1.30%.
“Si bien el rally tiene el potencial para llegar más arriba, creemos que todavía no está impulsado por un cambio suficiente en los fundamentales”, dijo Goldman Sachs en una nota a sus clientes.
El consenso de los analistas consultados por Bloomberg apunta a que los precios promediarán 40 dólares por barril al cerrar el año, para llegar a 60 dólares por barril hacia 2018. No obstante, se trata de cifras todavía lejanas a los niveles de más de 100 dólares por barril que se vieron a mediados de 2014.
Los precios comenzaron la semana pasada con el pie izquierdo ante el fracaso de la reunión petrolera de Doha entre integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otras naciones para congelar la producción.
Pero desde ese momento tuvieron una racha ganadora que se vio alimentada por la percepción de que está bajando la producción: Estados Unidos bombeó 9 millones de barriles por día en enero, que contrastan con
el pico de producción que tocó en marzo del año pasado cuando llegó a 9.6 millones de barriles por día.
“La producción probablemente cayó más en febrero y marzo, cuando los precios estaban en niveles todavía muy bajos”, dijo a Expansión Erik Norland, economista senior de CME Group.
Además de ello, el mercado ve señales de que se está guardando menos petróleo en los tanques de almacenamiento. Durante la semana pasada, los inventarios de petróleo de Estados Unidos aumentaron en 2 millones de barriles, menor a la expectativa que se tenía de 2.4 millones de barriles por día.
Sin embargo, hay dudas entre los analistas sobre el momento en el que el mercado estará balanceado y que pueda significar un mayor impulso a los precios. Esos mismos inventarios están aún en un máximo histórico de 538.6 millones de barriles y existe el riesgo de que otros países como Venezuela o Nigeria continúen bombeando petróleo al ritmo actual.
“Hay mucho petróleo guardado, lo que sugiere que los precios no han bajado lo suficiente para que haya menos producción o se incremente el uso del crudo”, agregó Norland.