Por. Javier Lozano
El primero que insistió fue Ricardo Monreal. Jamás echó a la borda el grito alimentado por la injusticia de cientos de presos que, por decisión de la autoridad local de Veracruz, están tras las rejas. Y digo determinación de la jurisdicción de aquella entidad porque parece que, el territorio, vive un anacronismo de la política más autoritaria que desencadenó irritación, pero que también lastimó el tejido social.
A raíz de eso, surgió la voz de protesta que siguió insistiendo una y otra vez en las arbitrariedades cometidas por la autoridad local de Veracruz. Por esa razón, el coordinador de los Senadores de Morena en el Senado de la República hizo valer su derecho a la libre manifestación; exhibió las anomalías sobre el tema de seis jóvenes que, desde el punto de vista de expertos en materia jurídica, fueron injustamente encarcelados. Hablo del delito de ultraje.
Eso fue lo que motivó a Ricardo Monreal. El coordinador pidió o más bien solicitó al congreso local de Veracruz considerar reformar esa situación para eliminar una acción jurídica que, en realidad, significó una herramienta de sometimiento.
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A pesar de que— el propio gobernador de Veracruz— defendió la acción calificada como arbitraria, incluso por la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el titular del ejecutivo estatal, Cuitláhuac García— continuó comportándose intransigente, por lo menos antes de escuchar la recomendación que concluyó la CNDH.
Una vez de haberse hecho pública la determinación del organismo autónomo, se comenzó a desnudar un número importante de casos de la misma naturaleza. Así pues, creció el reclamo social; voces desde distintos ángulos se sumaron a la manifestación que ganó una respuesta positiva de prácticamente toda la población civil.
De hecho, esta determinación tiene un origen que poco a poco fue ganando respaldo. En esa coyuntura se sitúa Ricardo Monreal. Él, desde un principio, insistió, aunque también manifestó utilizar mecanismos para defender la vulnerabilidad de todos los presos de aquella entidad. En otras palabras, parte de todo este proceso es gracias a la insistencia del coordinador de los Senadores de Morena.
Fue él quien, con un grupo de legisladores, respondieron al llamado. No obstante, éste es un logro de Ricardo Monreal ante la perseverancia. Resulta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió a favor de declarar inconstitucional el delito de ultraje a la autoridad.
Y es que, si examinamos toda la etapa en que se manifestó la inconformidad debido a las anomalías— fue el propio Ricardo Monreal quien, en virtud de su capacidad y oficio, empujó el tema. Por ello, no dudó en mostrar su alegría; salió con un video a través de sus redes sociales a manifestar, pero también reconocer la labor de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que garantiza, sin lugar a duda, que cientos de presos políticos puedan encontrar una salida cuando preparen una solicitud con carácter de inmediato.
Con todo ello, celebramos la determinación, no sin antes reconocer la convicción y la responsabilidad social que abraza Ricardo Monreal. Sobre este tema, llamó a aplaudir la decisión de la corte y celebró la noticia siempre con el carácter que muestra en todas sus acciones; sobre todo cuando decidió acompañar esta causa a sabiendas que recibiría cuestionamientos, empero, no lo dudó y, con justificación apegada a derecho, pero más con la firmeza de no rendirse jamás, siguió luchando porque esa es una de sus virtudes. Falta justicia para José Manuel del Río Virgen, preso político del gobierno de Veracruz. Seguramente llegará muy pronto.