Por: Javier Lozano
Las cosas dieron un giro positivo con la llegada de Giulianna a la dirigencia estatal a través de las funciones de presidenta que le otorgó el propio Mario Delgado desde el CEN de Morena. De hecho, esa designación cambió totalmente el esquema de planeación y organización fruto de los buenos trabajos que entregó Bugarini a partir que asumió el papel.
En principio, muchos apostaban por el fracaso de Bugarini pues aseguraban que fue un error haberla nombrado; sin embargo, en unos meses demostró que es capaz no solo de conducir el timón de Morena en Michoacán, sino que está preparada para otros retos a futuro debido al respaldo social que acumuló en este periodo en la dirigencia del partido guinda.
Tras ese paso, llegó la convocatoria para renovar el nuevo Comité Ejecutivo Estatal y, esa determinación, recayó en la decisión que tomó el Consejo Estatal o más bien quienes lo integran. Y los propios actores tomaron una determinación convocando, primero, a cerrar filas en torno a la propuesta de quien empezó a elevar los pronósticos a favor.
De hecho, hace unos días fue designado por consenso y unidad- Juan Pablo Celis, quien fungirá como nuevo presidente estatal de Morena en Michoacán. Entonces, al existir una concordancia sobre el futuro del partido, considero que fue una buena determinación porque Celis representa a una nueva camada de cuadros que vienen empujando fuerte desde hace muchos años. Me refiero al trabajo y activismo político, incluso con el propio gobernador Alfredo Ramírez.
Y, con esos perfiles, caminan también otros cuadros importantes dentro del Estado de Michoacán que están resultando muy atractivos para la sociedad civil porque- además de tener un acompañamiento cercano a los trabajos del partido- juegan un papel importante en el proceso de transformación de la entidad y del acontecer diario.
De ese trabajo podemos hablar de José Antonio Medina García, que tomó protesta como Consejero Estatal de Morena en Michoacán justo cuando reivindicó el poder de convocatoria que tuvo en Apatzingán dado que obtuvo el primer lugar en votos en las asambleas distritales que se llevaron a cabo hace más de un mes.
Eso sin duda marcó un precedente importante porque su perfil impactó con la sociedad civil del distrito con cabecera en Apatzingán, pese a que había propuestas que han garantizado siempre convocatoria entre la ciudadanía; no obstante, se impuso José Antonio Medina que ya tiene, desde hace algunos años, un trabajo político y social en el manejo de la administración pública municipal pues desempeñó varios puestos importantes.
Uno de ellos fue la propia titularidad del despacho municipal de Chinicuila, tiempo en que demostró la capacidad de actuar ante los desafíos donde, incluso, dejó huella como alcalde debido a que hizo frente a una de las grandes demandas de rehabilitar los caminos que comunican a la cabecera municipal de Villa Victoria gracias a los buenos oficios que puso en marcha al recibir el apoyo del propio presidente Obrador en una visita que realizó por aquel territorio.
Eso generó muchos comentarios positivos, aun en la propia clase política que no podemos soslayar porque, José Antonio Medina, representa los nuevos cuadros de Morena en el Estado, incluso en las contiendas del 2024 que se avecinan, y que bien pueden optar por los perfiles que comienzan a ser llamativos sin olvidar que, ese respaldo, lo han sumado paulatinamente gracias al trabajo que han desempeñado en distintas trincheras.
Finalmente, y tratándose de un precedente importante como la designación del nuevo dirigente estatal de Morena en Michoacán, hay que destacar el papel que vienen desempeñando los cuadros jóvenes del movimiento obradorista que hoy son el presente, pero mañana pueden ser el futuro en puestos de elección popular como el legislativo estatal o federal.
Vale la pena seguir muy de cerca a José Antonio Medina García que hace unos días, tomó protesta como consejero estatal de Morena en Michoacán. Por cierto, tendrá también participación en el máximo órgano institucional del partido como congresista nacional.