Morelia, Michoacán.- “Habrá que ver también qué efectos tiene, creo que sería muy lastimoso que tuviera un efecto de que se generaran condiciones para que hubiera más financiamiento privado que publico”, opinó el consejero presidente del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), Ramón Hernández Reyes, respecto a la llamada públicamente “Ley Kumamoto”.
El pasado 28 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que la “Reforma Sin Voto no hay Dinero”, propuesta por el diputado federal independiente, Pedro Kumamoto, y que aprobó el Legislativo de Jalisco, es constitucional, por lo que se prevé que entre en vigor en 2019.
Sobre el asunto, el consejero presidente del IEM reconoció que existe interés de la población para disminuir el costo de los procesos electorales y del recurso que se otorga a los partidos políticos, por lo que admitió que debe discutirse en Michoacán la forma de aminorar los gastos en ello.
“Creo que es un tema que nosotros no podemos soslayar que hay inquietud por parte de la ciudadanía respecto del financiamiento, y respecto también de otros temas que hacen costoso el desarrollo del proceso electoral en nuestra democracia de nuestro país, entonces lo importante es sentarnos todos los actores políticos para analizar, quizá no en este proceso electoral, pero si en el proceso electoral siguiente; qué elementos se pueden verificar para que no resulte tan costoso”, dijo.
Y añadió, “este costo que tiene el desarrollo de los procesos electorales con el diseño legislativo que se tiene, con el diseño jurisdiccional, respecto de materiales y documentaciones y elementos que se tienen que llevar a cabo, para el efecto de dar mayor seguridad a las elecciones y creo que si nos ponemos también a analizar desde una perspectiva de carácter social, creo que se pueden juntar las dos cosas, o sea darle la seguridad, darle la certeza a la ciudadanía de una plena seguridad jurídica en el proceso electoral, pero también de que los costos se vean disminuidos”.
Señaló que la Ley Kumamoto como se le conoce mediáticamente, no deja en desventaja a los partidos políticos de menor militancia, pues mencionó que éstos deben trabajar para aumentar la simpatía de la población
“Creo que un gran reto de los partidos de menor representación política es que aumenten la representación política, siempre y cuando se cumpla el parámetro mínimo del porcentaje de votación que en este caso viene siendo el 3 por ciento, están obligados los partidos políticos que así deseen permanecer a subir ese porcentaje de participación, y ese porcentaje de votación”, concluyó.