Las tres presas hidroeléctricas más importantes de Michoacán
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Conoce las tres presas hidroeléctricas generadoras de energía más importantes de Michoacán

Morelia, Michoacán. – En México hay cerca de cuatro mil presas, cuya principal función es la generación energética, pero también se destinan a riego agrícola; conoce las tres presas hidroeléctricas generadoras de energía más importantes de Michoacán.

Otras de sus ventajas son el control de avenidas en temporada de lluvias, abasto de agua potable, pesca de subsistencia y recreativa, actividades deportivas y turísticas.

Sobre un río o arroyo, se construye una barrera para embalsar el recurso hídrico; los materiales que se utilizan son piedra, hormigón o concreto, y la cortina generalmente está apoyada en alguna montaña.

Por su importante aportación de energía limpia y menores costos de operación, tres hidroeléctricas de Michoacán son de gran relevancia para el país. Conócelas.

1. Adolfo López Mateos. Mejor conocida como “El Infiernillo”, es una de las más importantes de México, se encuentra ubicada en los municipios michoacanos de Arteaga, Churumuco y La Huacana, así como Coahuayutla, del estado de Guerrero.

El agua que llega proviene únicamente de la precipitación pluvial y de las escorrentías superficiales que se originan en el centro del país. Su capacidad total de almacenamiento es de 12,000 millones de metros cúbicos.

Es un embalse artificial construido entre agosto de 1962 y diciembre de 1963, y puesto en operación el 15 de junio de 1964.

Su longitud mayor es de 120 kilómetros y tiene una profundidad media de 35 metros. En los niveles de máxima y mínima operación, las áreas inundadas fluctúan entre 34,600 y 14,100 hectáreas, ocupando el 3.48% de la superficie territorial estatal.

Está catalogada como Reserva de la Biosfera Zicuirán-Infiernillo (RBZI) en 265,118 hectáreas, área protegida de México creada por decreto del Poder Ejecutivo federal el 30 de noviembre de 2007.

Consta de una cortina de 149 metros de altura y 350 metros de longitud de la corona. Su casa de máquinas es subterránea. La obra de excedencia, descarga 13,800 metros cúbicos por segundo.

Esta central hidroeléctrica se localiza en la zona de mayor riesgo sísmico del país y, por tal motivo, se evalúa continuamente el comportamiento dinámico de sus estructuras.

Está a 102 kilómetros al sureste de Apatzingán de la Constitución y a 127.5 de Uruapan.

Los embarcaderos se localizan en las comunidades que se encuentran asentadas en las orillas del cuerpo de agua, de donde parten las embarcaciones menores para la actividad pesquera.

La pesquería es principalmente de tilapia, carpa y bagre, la principal actividad económica de la población.

La vegetación de más presencia en la región es la selva baja caducifolia y subcaducifolia, con poco o ningún grado de perturbación, superficie que sumada cubre cerca de 75 por ciento del territorio de Zicuirán-Infiernillo.

Con información de la Secretaría de Marina y del del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

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2. Presa José Ma. Morelos. Conocida como La Villita, se localiza en el límite de Michoacán y Guerrero, en los municipios de Lázaro Cárdenas y La Unión. Su capacidad total es de 710 millones de metros cúbicos y representa el  0.64% de la superficie territorial michoacana, con 6,125 hectáreas.

Es una obra hidráulica de usos múltiples, construida entre mayo de 1964 y julio de 1968 sobre el cauce principal del Río Balsas, el más caudaloso de la vertiente Pacífico de nuestro país, la cual permitió la construcción de la Planta Siderúrgica Las Truchas, el Puerto Lázaro Cárdenas, entre otros desarrollos.

Sobre la corona de la cortina y un puente en el cimacio del vertedor de demasías, discurre el paso de la carretera costera, a 13 kilómetros de uno de los epicentros sísmicos más importantes del territorio nacional, por lo que se ejecutó con un control escrupuloso de los procedimientos de construcción y de las especificaciones de calidad, que ha resultado en su plena estabilidad y satisfactorio funcionamiento, resistiendo importantes movimientos telúricos desde el año en que se terminó: 1968.

Con información de la Revista Construcción y Tecnología en Concreto y del INEGI.

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3. Presa Tepuxtepec. Se localiza en el municipio de Contepec, sobre el cauce del río Lerma en el sitio llamado Salto de Tepuxtepec, 25 kilómetros al norte de Tlalpujahua y cerca de los límites con Guanajuato y el Estado de México. Su capacidad total es de 537.7 millones de metros cúbicos.

Las corrientes que capta son la cuenca del río Lerma y sus afluentes, además de diversos arroyos, acuíferos y escurrimientos estacionales.

En los años de 1926 a 1950 se edificó junto con la presa Solís, con una capacidad combinada de mil millones de metros cúbicos. De gran impotencia es su uso para regar grandes extensiones agrícolas del Bajío, así como la protección al valle de Maravatío de las inundaciones frecuentes que solía padecer.

El pueblo de Tepuxtepec fue fundado en 1927, cuando los propietarios de la hacienda del mismo nombre, donaron al nuevo poblado el predio que actualmente ocupa y que fue trazado por una yunta de bueyes, creciendo gracias a los trabajadores que construyeron la infraestructura durante la gubernatura de Lázaro Cárdenas del Río.

Al asumir la Presidencia de La República en 1930, Pascual Ortiz Rubio terminó la obra civil de la central generadora, para entrar en operación en el año siguiente.

La longitud de la corona es de 680 metros y cuenta con un vertedor de demasías con una capacidad de desfogue de 1600 metros cúbicos por segundo.

Durante la creación de la presa se reflejó un costo social inicial por la afectación de 8,642 personas debido a la expropiación de tierras donde vivían o hacían actividades económicas.

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La contaminación de la presa, principalmente ocasionada por residuos industriales y de desagües del Estado de México que son arrastrados por el río Lerma, ha provocado la pérdida de ingresos por actividad pesquera; en 2018 se tenía registro de sólo 51 a 100 pescadores, cuando en 1993 eran hasta 500, quienes obtenían cerca de una tonelada de pescado al mes.

Con información del artículo “Sustentabilidad de la Cuenca Lerma–Chapala. El caso de la Presa de Tepuxtepec”, de Armando Díaz Correa y Óscar Olivera Reyes.