Martí ha ocupado un par de veces una curul en San Lázaro, fue secretario de gobierno de la CDMX
Por poco suelto la carcajada cuando escuché a Martí Batres decir que Ricardo Monreal “es un político acomplejado que no puede sobresalir si yo me encuentro al frente de la Mesa Directiva”.
Ese comentario refleja por sí solo quién es el acomplejado. Basta con echarle un ojo a las trayectorias de ambos para comparar tamaños.
No hace falta recordar que Monreal se convirtió en gobernador de Zacatecas, a pesar de que le echaron encima el aparato del PRI cuando era el “partidazo”.
Es cierto que, al igual que AMLO, perteneció a ese partido. Lo abandonó cuando no lo hizo candidato en su estado.
Ha sido también diputado federal, dos veces senador, delegado en la CDMX. Hoy es el jefe de la bancada de Morena en la Cámara Alta.
Martí ha ocupado un par de veces una curul en San Lázaro, fue secretario de gobierno de la CDMX, presidente de Morena y presidente de la Mesa Directiva en el Senado en este año legislativo. Se ha mostrado ardido porque no lo reeligieron sus propios compañeros.
* Ayer le aplicaron la “ley del hielo” por haber declarado que hubo “cañonazos” en la elección de Morena para bajarlo de la Mesa. Rudeza innecesaria hacia su grupo parlamentario y las cinco senadoras del PES que votaron con su conocimiento. El hombre acusó sin pruebas. Ni los que votaron por él aprueban esa actitud.
Batres confirmó que es un mentiroso al declarar reiteradamente que no tenía conocimiento de que el PES iba a votar en la elección de Morena. Como tal lo exhibieron el propio Monreal y la coordinadora del PES, Sasil de León, quien declaró a los reporteros que consultó la participación de su grupo con Martí y éste le dijo que no tenía problema.
Todavía ayer volvió a decir que si hubiese sabido que iban a votar, hubiese estado en contra de que participaran. Argumenta, también, la ausencia en la votación del otro aliado de la Coalición: el PT. Pero este grupo dejó claro en un comunicado que competía exclusivamente a Morena.
* — ¿Y usted por quién votó? Preguntamos a Sasil de León.
— Te lo voy a decir, aunque la única senadora que lo ha manifestado es María Antonia Cárdenas. Yo voté porque él continuara. Me parecía la persona correcta. No es que dude de la capacidad de una mujer, pero quizá se sumó el afecto con el buen trabajo que ha hecho—, repuso.
La víspera, Sasil le dijo a los reporteros que había consultado con Batres la posibilidad que su grupo votara. Le dijo que no tenía inconveniente.
Hablar con la verdad le costó a Sasil ser maltratada ayer por Martí. Ella buscó dialogar, explicarle, aclarar, pero le dio la espalda en sus narices. “Es la condición humana cuando no logras el resultado que esperabas”, justifica la legisladora del PES.
Y dijo más para vergüenza del senador: “Yo a Martí le tengo una estima grande. Considero que es una persona inteligente. Incluso, le manifesté que estaba de acuerdo que siguiera al frente de la Mesa Directiva. Ha hecho un excelente trabajo…”.
* Batres hace como que no sabe sumar. Jura y perjura que si no hubiesen votado las cinco del PES, el resultado hubiese sido diferente. Ahora sabemos que por lo menos María Antonia y Sasil votaron por él. Las otras tres del PES mantienen en secreto el sentido de su sufragio.
Vamos a suponer que las tres votaron por la renovación de la Mesa. De todos modos pierde la reelección. El resultado fue 33 votos en contra de la reelección, 29 a favor y dos abstenciones. Una de ellas de Monreal. Si le quitamos a Martí los dos votos declarados del PES y los tres restantes a la no reelección, de todos modos queda 30-27.
Aún así presentará este jueves la impugnación del proceso interno ante la Comisión de Honor y Justicia de Morena.
¡Ah, pero eso sí! En la rueda de prensa dijo que si le toca ser un “senador raso”, lo aceptará sin problemas. “A mí no se me va la vida si no soy presidente de la Mesa. Soy un hombre feliz, feliz, feliz en cualquiera de las circunstancias”, puntualizó.