Durante un campamento en la Sierra Galeana, en Nuevo León, Juan Heriberto Treviño, de 14 años, se separó de su grupo para buscar troncos, pero resbaló y rodó hasta el fondo de un río seco, por lo que perdió la orientación y estuvo extraviado durante 40 horas en el bosque.
Sin embargo, nunca estuvo solo, ya que Max, un perro labrador perteneciente a un rancho de la zona que comenzó a seguir a Juan desde que llegó al campamento, corrió tras el menor cuando éste rodaba hacia el fondo del barranco y lo acompañó para protegerlo del frío durante las dos noches que el adolescente tuvo que sobrevivir a la intemperie en la Sierra Madre Oriental sin la compañía de algún adulto.
Acompañado en todo momento por Max, el menor narró que para mitigar el frío usó paxtle (pasto seco) para taparse las piernas y durmió abrazado de su nuevo amigo. “En la noche no me moví, porque me podía perder más, entonces agarré paxtle y lo puse en mis piernas para no tener tanto frío y abracé al perro”, detalló Juan.
El adolescente le contó a sus familiares que el perro lo siguió cuando se alejó y lo acompañó todo el tiempo que estuvo perdido. “Al momento de que me caí el perrito fue conmigo, yo seguía caminado y veía que venía detrás de mí, y pues nos perdimos juntos”, explicó.
Aunque su intención era adoptar a Max, un trabajador del rancho donde vive el can, les dijo que no podían llevárselo porque era de su patrón.
Treviño Leal se encuentra bien, fue bajado de la sierra en un helicóptero del municipio de Guadalupe y trasladado en un ambulancia de la Cruz Roja al Hospital Universitario para su valoración médica.
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