Para el año de 1819 los líderes insurgentes en México enfrentaban severos problemas: ya no había ideólogos que respaldaran su movimiento, no había tampoco algún órgano de gobierno rebelde que unificara la lucha y contaban ya con muy pocos efectivos. En realidad, para ese año ya prácticamente solo había dos focos de insurgencia, uno encabezado por Guadalupe Victoria en Veracruz y el otro por Vicente Guerrero en el actual estado que lleva su nombre.
Las fuerzas virreinales consideraban a Guerrero la principal amenaza por lo que centraron durante mucho tiempo sus esfuerzos para acabar con su rebelión. En ese mismo año las fuerzas realistas dieron con el paradero del padre de Vicente Guerrero, Pedro Guerrero, y le indicaron que encontrara a su hijo y le explicara que el virrey estaría dispuesto a otorgarle un indulto a cambio de su rendición. Pedro Guerrero encontró a su hijo y le señaló que si se rendía ante las autoridades de Nueva España además del indulto le concederían un puesto importante en la milicia del virreinato, incluso hasta le rogó de rodillas que depusiera las armas y dejara la lucha independentista. Pero el jefe insurgente le contestó a su padre con una frase que hasta nuestros días se sigue recordando: “Señores, este es mi padre que ha venido a ofrecerme el perdón de los españoles y un trabajo como general español. Yo siempre lo he respetado, pero la patria es primero”.
Y es precisamente esa última parte de la frase la que quedo inmortalizada en letras de oro en la cámara de senadores, pues se considera que la frase “La Patria es primero” enaltece la idea de la no rendición incluso en las situaciones más adversas.
Sin embargo también es una frase que puede causar polémica viéndolo desde un punto de vista mucho más objetivo. Si bien es cierto que Guerrero nunca se rindió y finalmente con ayuda de Iturbide logró la consumación de independencia, esta frase significó también el abandono de Guerrero a los intereses de su propia familia, especialmente ante los de su propio padre. Pues en término estricto la frase completa da a entender que aunque haya ruego de intereses familiares uno debe colocar los intereses de la patria en primer lugar. Pero realmente ¿Cuántas personas en verdad estarían dispuestas a hacer eso?
Si la patria es primero ello significaría estar incluso arriba de los intereses familiares o de amigos, que de hecho es precisamente lo ocurrido con Vicente Guerrero y su padre, pero el concepto original de esta frase trae consigo una paradoja social. Si la patria es primero que todo, incluso que la familia o los amigos, entonces probablemente se correría el riesgo de desvincular a la figura de la familia como célula de la sociedad, lo cual tal vez traiga problemas.
Aplicada en casos extremos esta frase señalaría que siempre elijamos la patria sobre todas las cosas, pero ¿hasta qué punto realmente tendríamos que aplicar esta famosa frase?
Ser un verdadero patriota no significa desde luego querer discriminar a extranjeros o estar tratando hacer ver tu país como superior frente a otros, sino hacer cosas positivas que ayuden al crecimiento de la nación. Aunque aun siendo buenos patriotas, la frase no deja de generar polémica, habría que preguntarnos si aun siendo todos ciudadanos verdaderamente patriotas realmente estaríamos dispuestos a colocar a nuestra patria frente a cualquier interés, incluso el de nuestra familia o nuestro grupo social.
Desde luego la frase también lleva en sí misma un mensaje de unión, donde sin importar la clase social, la familia, la raza o religión a la que uno pertenezca, la patria siempre nos unirá. Esto podría interpretarse como una forma de integración social a través del patriotismo, pero tendría también que evaluarse con cuanta facilidad la sociedad puede dejar sus diferencias y unirse por una causa patriótica.
Sin lugar a dudas “La Patria es primero” siempre será una frase sumamente fuerte en la historia de nuestra nación, y aunque puede llegar a causar mucha polémica, también debemos recordar que si Guerrero no hubiese aplicado esta frase, muy probablemente la historia de nuestro país sería otra.
La sociedad mexicana moderna debe de comenzar a reflexionar seriamente ¿Qué es la patria? Y también ¿Por qué tendría que ser primero? Solo así la frase de Guerrero podrá tener un verdadero significado en estos tiempos tan complicados.
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