Por: Javier Lozano
La Coalición Juntos Haremos Historia entregó la lista de aspirantes que se medirán en una encuesta en los próximos días con la premisa de que saldrá, de acuerdo con la metodología, el candidato (a) mejor posicionado en la evaluación que levante la Comisión Nacional una vez que ingresaron los perfiles a la fase final.
La condición que ha puesto Morena es que, llegado el resultado, los aspirantes tendrán que respaldar al ganador para fortalecer el proceso de unidad. Si bien se depuró la lista de registros a las gubernaturas, Morena sigue siendo incapaz de mostrar, al menos explícitamente, la forma en que se evaluará para que el tema sea creíble y confiable.
Cómo ha sido recurrente, hay una ambigüedad que delimita o acota el margen de credibilidad de los mecanismos de selección. En principio, el recurso parece muy atractivo, pero, a su vez, lo hemos repetido: es un manojo de incertidumbre y zozobra que basta con recordar situaciones a priori para levantar las suspicacias de que existen designaciones unilaterales.
En efecto, pasó en Michoacán como apuntó la ignominia que cometió el CEN de Morena con Cristóbal Arias Solís. Ese rígido mecanismo lo dejó fuera después de haberse posicionado en 42 encuestas.
Tal vez eso haya servido para que, en esta ocasión, se vigilen la legitimación de los abanderados y se tomen las decisiones correctas conforme al pulso de la sociedad y, por supuesto, a algunos indicadores que, con anticipación, muestran un escenario favorable y una lógica que se impone, al menos, por las condiciones de respaldo con las que llegan cada aspirante.
Ingresa a: Presidente, presidente, presidente
De acuerdo con esa lógica, es claro que hay perfiles que han sido capaces de sobresalir y, cada vez más, su nombre se coloca en la antesala de la candidatura. Habrá que esperar el resolutivo final, pero hay condiciones para ir adelantando que, con nombres y apellidos, podemos ir pronosticando el escenario.
Es cierto que es muy prematuro para saberlo, pero no hay que dejar pasar con alto que, la posibilidad, es altísima de acuerdo a las encuestas.
En Oaxaca, la candidatura se decidirá entre los senadores Salomón Jara y Susana Harp. Con ellos dos saldrá el delegado de la Cuarta Transformación en aquella entidad; siendo prácticamente que cualquiera de los dos puede ser, la elección estaría saldada a favor de Morena.
En Tamaulipas, Rodolfo González Valderrama creció a pasos agigantados. Gracias a ello, se posicionó en este lapso, sin embargo, empuja también el Senador Américo Villareal Anaya según los estudios que circulan vistos desde muchos ángulos, como confiables.
En Durango la competencia se cierra de igual forma para dos perfiles que han demostrado arrastre y poder de convocatoria en esta fase previa. Se trata de José Ramón Enríquez y Margarita Valdez.
Para Hidalgo, durante toda la etapa en que se levantaron ejercicios metodológicos las cifras se cargaron para el Senador Julio Menchaca. Él, ha sido una pieza clave desde el legislativo, aunque igualmente, se convirtió en un actor que dio a conocer su poder de convocatoria. Asimismo, la opinión pública podría también inclinarse por María Merced González. Cualquiera de las dos opciones, tiene amplias posibilidades por el grado que alcanzaron de influencia.
En Aguascalientes, los aires apuntan a Daniel Gutiérrez Castorena.
Y para Quintana Roo, Marybel Villegas Canché tal parece que romperá todo pronóstico y es muy probable que, en los próximos días, tendrá la oportunidad de conquistar una candidatura de Morena no solo porque se ha mantenido en un nivel competitivo, sino que nos hace pensar que será una de las mujeres que de equilibrio a la paridad de género.
Con estos nombres, hay razones suficientes que nos lleva a pensar que, en cuestión de días, serán candidatos de Morena. Se augura que logren imponerse porque las encuestas que han circulado dan amplio margen para considerar un hecho inexorable.
Sí hay una aplicación que escuche el pulso de la sociedad, entonces, estos pequeños fragmentos tendrán mucho sentido para disponer de elementos de las opciones que tiene Morena para competir el próximo 2022 dónde, el lopezobradorismo, se llevará carro completo.