Morelia, Michoacán.-La cuenta cuentos Aurea Ortiz, pudo explorar una vez más la imaginación de aquellos pequeños espectadores que se condujeron a los múltiples cuentos que se contaron esa tarde en el patio del Centro Cultural UNAM.
Los pequeños felices por escuchar un nuevo cuento, el primero en aparecer fue un elefante y una margarita, aquellos niños comenzaron a reírse ante los gestos de Aurea.
Las sonrisas de aquellos niños brillaban como dos diamantes, algunos eran muy participativos y querían estar presentes en la historia del elefante, quien era un gruñón de lo peor.
Esta vez, los padres también participaron dentro del cuento, dando consejos a los niños para que fuese mas nutrido, aquellas voces participan y soltaban una, tras otro los comentarios acerca de lo que había encontrado aquel enojón elefante en el campo.
Aquellos niños, necesitaban sentirse parte de cada uno de los cuentos, una pequeña necesitaba que un unicornio formara parte de ellos, pero la cuenta cuentos no sabía ninguno de ese animal mítico, pero como en la literatura todo es posible, en algún momento el gusto de la niña fue cumplido.
Como la navidad se acerca, también los cuentos trataron de ello, los niños no estaban tan entusiasmados en el tema, pero escucharon de principio a fin, sin intervención de ninguno.
El momento donde los niños fueron parte del cuento, actuando junto a Aurea, hizo que aquellos pequeños se sintieran tomados en cuenta, sus actuaciones lo decían todo, mientras algunos tenían rostros enrojecidos por la pena, otros se movían por todo el escenario como si fuese su casa.
La imaginación de esos niños, hace que cada lunes sea diferente, la interpretación de cada uno, le pone un toque especial a cada presentación y esta vez, ni el frío impidió que aquellos pequeños disfrutaran del espectáculo.