Estamos a poco más de un mes del supuesto ejercicio democrático y de la tan comentada simulación mediática que hiciera el partido Morena (Movimiento de Renovación Nacional) en la Ciudad de México para decir mediante una encuesta entre sus militantes a la candidata o al candidato que los representará en las próximas elecciones previstas para renovar al Jefe de Gobierno en julio de 2018. Todo parece indicar, por designios del Presidente de dicho partido político, que la candidata será la Dra. Claudia Sheinbaum quien dejó en el camino, según los resultados de la encuesta interna a Martí Batres, Mario Delgado y Ricardo Monreal.
En este punto, al todavía Jefe Delegacional en Cuauhtémoc, tiene una gran encrucijada:
a) Decirle adiós al proyecto político que ayudó a fundar con el ala lopezobradorista del PRD (Partido de la Revolución Democrática) y de la denominada izquierda mexicana a la que se adhiere oportunamente el PT (Partido del Trabajo) o bien, acomodarse el orgullo, pasar saliva y aceptar lo que le ofrecen en Morena de forma institucional y con disciplina partidista, de la que tanto presumen los priistas, ¿Quizá un escaño en el Senado de la República?
b) Decirle adiós a su amigo de los últimos años, al mismísimo Peje, a AMLO (Andrés Manuel López Obrador), pues no hay que olvidar que el zacatecano formaba parte de su círculo de confianza, al grado de ser el Coordinador General de la campaña presidencial, por la entonces Coalición Movimiento Progresista en 2012, o bien, esperar a que el líder único, al jefe máximo de Morena, al caudillo de la democracia, al mando absoluto, le absuelva y con los dotes de magnanimidad que caracterizan a AMLO le perdone, ¿Quizá en 1 semana, tal vez en 1 mes, podría ser en 1 año, el siguiente sexenio, en una década o nunca?
c) Decirle adiós a los trabajos de salvación de víctimas, apoyo a damnificados y reconstrucción de una de las delegaciones más dañadas en las últimas semanas en la Ciudad de México por los sismos ocurridos en este mes, y de manera más dolorosa el pasado martes 19 de septiembre (a 32 años del sismo de 1985), o bien, ponerse al frente de la reconstrucción en el marco de su competencia y atribución como Jefe Delegacional y dejar pasar cualquier ofrecimiento que le hagan de otras fuerzas políticas para ser su candidato en el 2018: ¿Quizá se vea él mismo como el candidato idóneo a representar al Frente Amplio Opositor o Frente Ciudadano por México?
d) Decirles adiós a sus anhelos de ser Presidente de México, porque para ello es fundamental y estratégico asegurar la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, un gobierno que representa el segundo presupuesto más grande después del presupuesto del ejecutivo federal y que ha sido la catapulta de los esbozos de precandidaturas presidenciales de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, así como la de AMLO; o bien, concluir con su periodo de gestión en la Delegación de Cuauhtémoc e incorporarse de tiempo completo a la Academia, ¿quizá como profesor en alguna asignatura en la Facultad de Derecho de su Alma Mater, la UAZ (Universidad Autónoma de Zacatecas), o en misma Facultad de Derecho de la UNAM, de donde obtuvo el grado de Doctor, y hasta pudiera ser un buen investigador social?
Basta sólo darle un vistazo a la trayectoria política de Ricardo Monreal para imaginar su siguiente movida, la cual indudablemente está alejada de la pasividad o de la resignación:
a) Su periodo tricolor, de formación, fue en el PRI siendo Primer Regidor y Secretario del Ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas (1985-1987), a lo que siguieron 10 años en el Congreso de la Unión como Diputado federal (1988-1991 y 1997-1998) y Senador (1991-1997). Pero ante la negativa de su postulación a Gobernador por el PRI, presentó su renuncia y se fue por la postulación de una coalición de organizaciones de oposición encabezada por el PRD.a) Su periodo tricolor, de formación, fue en el PRI siendo Primer Regidor y Secretario del Ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas (1985-1987), a lo que siguieron 10 años en el Congreso de la Unión como Diputado federal (1988-1991 y 1997-1998) y Senador (1991-1997). Pero ante la negativa de su postulación a Gobernador por el PRI, presentó su renuncia y se fue por la postulación de una coalición de organizaciones de oposición encabezada por el PRD.
b) Su periodo amarillo, en el que se constituye como uno de los principales y jóvenes liderazgos del PRD que atrae la mirada por el desarrollo económico y social que impulsó durante su gestión como gobernador de oposición al régimen en Zacatecas (1998-2004). En este periodo, la voz de Monreal trascendió como un interlocutor reconocido con los migrantes en Estados Unidos*. Tras la conclusión de su gubernatura, fue designado representante del PRD ante el INE y posteriormente Senador (2006-2012) por el PRD.
c) Su periodo rojo, en el que vuelve a mostrar su capacidad de adaptación y visión periférica que quisiera cualquier ajedrecista. Ya como Senador de la República por segunda vez, en 2008 abandona al PRD y es designado Coordinador del Grupo Parlamentario del PT. En este periodo refuerza su amistad con AMLO, al grado que lo designa como el Coordinador General de su campaña. En esta campaña Monreal fue el artífice de la estrategia de una campaña denominada “a ras de tierra” centrada en recorrer la totalidad de los municipios del país, haciendo presencia en la mayoría de las localidades posibles, para tener un mayor contacto con las personas. Tras el triunfo del PRI en las elecciones presidenciales, nuevamente ingresa al Congreso de la Unión como Diputado federal (2012-2015) siendo el Coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) y posteriormente del Grupo Parlamentario de Morena. En junio de 2015 vence al PRD en las elecciones locales de Jefe Delegacional en Cuauhtémoc, por una diferencia de menos de 7 puntos porcentuales.
En suma, la encrucijada de Monreal está en aclarar los nubarrones que pudiera tener en su mente o en su contexto para dar el siguiente paso en su carrera a la Presidencia de la República para 2024, la cual implica necesariamente ganar el gobierno de la Ciudad de México el próximo año. Ricardo Monreal es un político muy capaz, estamos hablando de un político con una visión de ajedrecista que se anticipa a los movimientos de sus adversarios u oponentes con gran efectividad. Desde mi perspectiva, sí alguien pudiera hacerle daño a Morena en la Ciudad de México, es Monreal, como le hiciera daño al PRI en su periodo rojo cuando les gano la gubernatura de Zacatecas o al propio PRD cuando le gano la Delegación Cuauhtémoc. ¿Por qué no pensar en que Monreal le gane a Morena en la Ciudad de México, tal vez sea este el inicio de su periodo azul?
Ernesto Navarro.
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