La educación a cuestas en Michoacán
Jaime Arturo Vázquez Aguilar

El compromiso de Silvano Aureoles con la educación en Michoacán es cuestionable, ya que carece de propuestas efectivas para abordar problemas críticos del sistema educativo, lo que se ha traducido en una educación a cuestas.

¿Qué tan creíble es el compromiso de Silvano Aureoles con la calidad de la educación? Creo que muy poco. En los hechos tiene una propuesta muy limitada que no atiende los problemas que han devastado a la educación de Michoacán. La enfermedad que por décadas ha infestado al sistema educativo estatal, no se puede curar otorgando solamente becas o uniformes escolares gratuitos, como nos lo quiere hacer pensar el gobernador. Para mejorar se necesitan verdaderos golpes de precisión con el objetivo de atender de manera integral el asunto.

 Quizá el mayor de los desafíos que enfrenta la actual administración es que empiece a aceptar el atascón educativo en el que nos encontramos. Todos los indicadores colocan a la educación en una situación crítica y de alto riesgo para el futuro michoacano. El hecho de que los michoacanos no contemos con una educación de calidad está contribuyendo a reducir nuestra competitividad, a que no accedamos a empleos mejor remunerados y no se pueda alejar a nuestra juventud de los flagelos de la delincuencia.

 Permítanme compartirles con datos oficiales de la SEP a que me refiero cuando hablo de la devastación de la educación: 1. Michoacán tiene la peor calidad de la educación del país; 2. La mitad de la población se encuentra en rezago educativo o que es lo mismo no ha terminado la primaria; 3. Somos el estado con el mayor abandono escolar; 4. Tenemos la eficiencia terminal más baja a nivel nacional; 5. El nivel de escolaridad promedio de un michoacano es apenas el primer grado de secundaria; 6. Dos terceras partes de las escuelas carecen de pizarrones, piso firme, techo, baños, comedores e instalaciones deportivas; 7. A causa de las movilizaciones magisteriales se pierden 40 días de clases; 8. Todos los años se quedan sin estudiar miles de adolescentes y jóvenes por falta de infraestructura; 9. Hay un descontrolado crecimiento de plazas docentes; y 10. Sólo 2 de cada 10 maestros se encuentra calificado para dar clases.

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 Si usted alguna vez se ha preguntado ¿por qué mi hijo no encuentra empleo? ¿por qué está mal pagado? o ¿por qué no es competitivo? La respuesta la puede encontrar en uno o varios de los puntos que le he descrito. Sin embargo, el origen de que su hijo reciba una mala enseñanza obedece a una sola causa: el abandono de las autoridades locales a la educación.

 Los gobernantes en turno han cedido a casi todos los chantajes del magisterio. A lo largo de los años han acumulado privilegios que no se han visto reflejados en el mejoramiento de la educación. Miles de millones de pesos han sido entregados a sus dirigentes sin que el gobierno les pida nada a cambio. Lamentablemente tenemos a muchos maestros michoacanos que nunca han pisado una aula, peor aún, que su único trabajo es marchar.

 Es momento de que este gobierno nos cumpla a todos los michoacanos “Un nuevo comienzo”. Esto significa terminar con los acuerdos en lo obscurito con el magisterio. El gobernador tiene la obligación de acabar con las canonjías que reciben esos líderes corruptos. Aquí no importa que sea su base de apoyo o un sector al que le deba favores de campaña.

 La Coordinadora a partir del 15 de mayo llamó a paro nacional. Veremos si realmente Silvano Aureoles está comprometido con la calidad de la educación o simplemente será un observador más de los abusos del magisterio.

 El orden que requiere la educación en Michoacán empieza porque los maestros estén en las aulas. ¿Es justo que nuestra niñez pierda un año de clases durante su educación primaria a causa de los paros? No, de ninguna manera. Aquí se debe hacer cumplir la ley y la reforma educativa, sólo se debe pagar a los maestros que se encuentren dando clases y despedir a todos aquellos que se encuentren realizando actividades ajenas a la profesión docente.

 Debemos de empezar a exigir a las autoridades que dejen de simular y que los maestros se pongan a trabajar. Es momento de recuperar el rumbo. Es legítimo que el magisterio entre en acuerdo con el gobierno para tratar de mejorar sus condiciones de trabajo y la calidad de vida de sus agremiados, pero sus demandas jamás deben estar por encima del interés superior de nuestra niñez de recibir una educación de calidad.

 La reforma educativa por perfecta que sea no podrá tapar todos los hoyos, es indispensable que las familias asuman el papel que les corresponde y atiendan los problemas que están surgiendo en casa. Michoacán requiere de un esfuerzo mayúsculo de los padres de familia para involucrarse en todos los aspectos de las escuelas y la educación de sus hijos.

 En Michoacán es crucial arrebatarles a los maestros radicales la rectoría de la educación. Basta de solapar los abusos. Sin duda, requerimos de autoridades comprometidas, responsables y que den resultados a la sociedad. ¿Los funcionarios michoacanos estarán preparados para embarcarse en esta travesía? Me lo pregunto porque es más fácil ver a la Secretaria de Educación del Estado, Silvia María Concepción Figueroa, tratando de recuperar sus espacios y los de su equipo en la Universidad Michoacana, que instrumentando la reforma educativa.

Como postre

 A la Secretaria de Educación es común verla en los restaurantes más exclusivos de la Ciudad de Morelia ¿será su buen gusto por la exquisita gastronomía michoacana o simplemente alimenta la vieja tradición política de frecuentar lugares caros para realizar acuerdos baratos? Queda claro que la Secretaria no come y tampoco vive como la mayoría de los verdaderos maestros de Michoacán, quizá esa sea la razón por la cual no los entiende y no comparte sus demandas ni aspiraciones.