Laten venas desgastadas
sudando frío por la vida,
la carne se pudre
lamiendo hambre,
el cabello envejece
sin sentido
cambiando por color… azoro.
Sin saber a dónde ir
cuando termine todo
y me siga mirando
al final
de tu primer suspiro
por mis labios…
por mis ojos apenados
de no temblar de miedo,
sin saber a dónde ir,
sin saber
de dónde viene el golpe,
el gemido,
el desgarramiento total
hacia la ingle,
suprimiendo…
el más leve pensamiento,
la respiración de tajo
tu mirada, en mi recuerdo,
ésta clase de mundo triste
sin fin
en el dolor ajeno;
mapa sanguinario
de espermas sin futuro,
ataúdes fechados
para nuestros hijos…
¿a quién le sobrevive
un acertijo fácil?…
y la caricia pendiente,
sin saber por dónde ir.
Sandra Cabrera