Morelia, Michoacán.- A ocho días de la jornada electoral queda claro que, en Michoacán, la disputa por la gubernatura se ciñe a Carlos Herrera Tello contra la marca Morena, asociada a la figura de Andrés Manuel López Obrador, más no así al candidato improvisado de ese partido, Alfredo Ramírez Bedolla, que en su haber no cuenta con mayor carta de presentación que ser “orgullosamente obradorista”.
Así, la flaqueza del perfil del abanderado de la coalición “Juntos haremos historia”, se esconde bajo el culto a la personalidad del presidente de México, quien sigue siendo rentable para quienes no cuentan con méritos propios qué presumir, pero cuyos nombres veremos en las boletas de las próximas elecciones, porque le brincaron a tiempo a la defensa de la cuarta transformación, la esperanza de los chapulines.
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Gracias a un oportuno golpe de suerte, Ramírez Bedolla reemplazó a Raúl Morón Orozco en la contienda y, desde que inició campaña, en sus discursos ha destacado el infructuoso ataque a la presente administración estatal, en desesperados intentos de desprestigiar a su bien posicionado contrincante del Equipo por Michoacán.
Ejemplo de ello, es la artimaña que utiliza a la menor provocación, afirmando que desconoce el destino del empréstito por cuatro mil 090 millones de pesos que autorizó el Congreso local al Gobierno del estado para ejecutar infraestructura. Él, que en su calidad de diputado de oposición, votó en contra y llevó su berrinche hasta los tribunales federales.
Sin embargo, el legislador con licencia, como cualquier persona, puede acceder a la relación de las obras en las que el Ejecutivo michoacano está ejerciendo tal financiamiento, mediante el Portal de Transparencia y Acceso a la Información y sin necesidad de que la Unidad de Inteligencia Financiera intervenga, según amenaza el suspirante morenista en tiempos de veda electoral, durante la cual la autoridad estatal no tiene permitido difundir el trabajo realizado en la materia, situación que resulta por demás conveniente.
Otro documento efectivo de consulta es la Cuenta Pública que el Gobierno de Michoacán entrega al Poder Legislativo del estado cada año, así como los resultados de las auditorías a las que está sometida toda instancia gubernamental, de manera permanente.
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No por nada, el secretario de Finanzas y Administración de la entidad, Carlos Maldonado Mendoza, ha referido que Bedolla, impulsado por su exceso de protagonismo, hace declaraciones como si una mentira dicha mil veces se convirtiera en verdad.
Tan notorio es el temor a la derrota, que también le ha apostado a la guerra sucia para tratar de captar la atención de la población indecisa, apoyándose en militantes cuestionables como Giulianna Bugarini Torres, quien en tiempos recientes se autonombró “activista de Morena”, y ahora muerde la mano que durante cuatro años le dio de comer, encabezando ruedas de prensa que, más que informativas, evidencian su desesperación.
¿Funcionarán las patadas de chapulín ahogado o le saldrá el chipote chillón en su contra? La decisión, como las consecuencias de la misma, recaerán inevitablemente en el electorado.