Intel enfrenta desafíos tras recibir subsidios millonarios y realizar recortes significativos en su plantilla.
Estados Unidos.-Intel, el gigante tecnológico de renombre mundial, se ve atrapado en una situación complicada, recibió un subsidio considerable de 8.5 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos para potenciar la producción de semiconductores, sin embargo, la empresa ha decidido reducir su plantilla en un 15%, lo que representa más de 15,000 empleos eliminados.
Esta acción contundente, revelada durante un descenso del 1% en los ingresos anuales de la compañía, levanta cuestionamientos sobre la efectividad de los apoyos del gobierno y las estrategias de Intel para superar sus retos económicos actuales.
Pat Gelsinger, el CEO de Intel, explicó en una conferencia que las medidas adoptadas son cruciales para seguir adelante con el plan estratégico de la compañía.
En el contexto de una disminución del 1% en los ingresos durante el segundo trimestre, estos recortes se hicieron más evidentes. Gelsinger destacó que se evaluaron minuciosamente los impactos en la “familia Intel”, afectando principalmente a los departamentos de ventas, marketing y administración.
Esta decisión sigue a una reducción previa del 5% en la plantilla, anunciada el año pasado.
El mercado respondió negativamente a esta noticia, con un descenso superior al 17% en el valor de las acciones de Intel después del cierre.
Patrick Moorhead, de Moor Insights & Strategy, comentó que, si bien los despidos son considerables, su naturaleza selectiva puede indicar una dirección estratégica positiva y sugirió que “los recortes no siempre son un signo de problemas internos, si no pueden reflejar ajustes necesarios para la estrategia a largo plazo”.
A pesar de los despidos, Intel sigue adelante con un ambicioso plan de transformación, enfocado en la producción de chips para terceros y en acelerar el desarrollo de tecnología de semiconductores de última generación.
La empresa tiene el objetivo de convertirse en el segundo mayor productor de semiconductores del mundo para 2030, y asegura que las inversiones en nuevas fábricas generarán miles de nuevos empleos.
El subsidio de 8.5 millones de dólares, parte de la ley CHIPS que asigna 52.7 millones de dólares para la relocalización de la producción de chips y la inversión en investigación y desarrollo de talento, es solo una fracción de los beneficios que Intel obtendrá, incluyendo créditos fiscales y préstamos federales para nuevas plantas en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón.
Aunque Intel ha perdido terreno frente a competidores como Nvidia, TSMC y Samsung en la última década, el apoyo del gobierno de Estados Unidos subraya la importancia geopolítica y económica de la industria de semiconductores, especialmente tras las vulnerabilidades reveladas durante la pandemia.
Finalmente, aunque Estados Unidos actualmente produce solo el 12% de los semiconductores globales, se espera un crecimiento significativo en esta industria, con un valor potencial que podría superar el billón de dólares para 2030.