Morelia, Michoacán.- Aun cuando la Secretaría de Educación del Estado (SEE) pasaría de tener un presupuesto de 20 mil millones 852 mil 155 pesos en 2017 a 21 mil 817 millones 746 mil 719 pesos en 2018; esto no es suficiente como para atacar el déficit que enfrenta dicha dependencia gubernamental.
La propuesta presupuestal de 2018 ya fue presentada por el Ejecutivo Estatal ante el Congreso de Michoacán, y en ella se puntualiza que para el año entrante existirá un incremento meramente significativo para uno de los sectores más lastimados en la entidad.
Con todo y los esfuerzos depositados en el incremento presupuestal que se aplicará a la SEE, siempre y cuando el Congreso así lo determine, la dependencia a cargo de Alberto Frutis Solís se continúa enfrentando a un déficit de 5 mil millones de pesos, o al menos así lo externó el funcionario el pasado 30 de agosto, cuando compareció ante el Congreso del Estado.
Los simbólicos incrementos en el presupuesto de la Secretaría de Educación parecen ser ya una constante, pues mientras en 2016 dicha dependencia gozó de una bolsa de 20 mil 974 millones 189 mil 324 pesos, en el presente año se asignaron 20 mil 798 millones 355 mil 708 pesos.
En tanto, los pendientes con el magisterio continúan siendo una de las principales problemáticas que enfrenta la secretaría, y no sólo la dependencia, ya que a consecuencia de ello la capital michoacana suele ser un caos derivado de movilizaciones emprendidas para agilizar el pago de los adeudos que se arrastran en el sector educativo.
Lo mismo sucede con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, considerando que de acuerdo con el Rector, Medardo Serna González, el déficit que enfrentará la institución a su cargo en 2018 llega a los casi mil millones de pesos.
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En torno a los 2 mil 773 millones de pesos propuestos como presupuesto de la Universidad en 2018, Serna reconoció que para caminar con tranquilidad en el siguiente ejercicio fiscal, se requerirían al menos 3 mil 600 millones de pesos, es decir 827 mil pesos más.
La misma tónica se ha replicado al paso de los últimos años para la Casa de Hidalgo, considerando que en 2017 la máxima casa de estudios sufrió un recorte de 391 millones de pesos.
Ante este escenario, tanto Frutis Solís como Medardo Serna se han venido ocupando de entablar gestiones con los gobiernos federal y estatal, ante el insuficiente presupuesto con que operan.