A un año de que se cesará el funcionamiento de las “fuentes saltarinas” de la Plaza Melchor Ocampo, el Ayuntamiento desconoce si este atractivo del Centro Histórico volverá a habilitarse, o si los recortes presupuestales aplicados desde la Federación derivarán en su cierre definitivo.
La idea de rehabilitar el funcionamiento de las “fuentes saltarinas” no se ha descartado por el Ayuntamiento de Morelia, según dijo el secretario de Servicios Públicos, José Luis Gil Vázquez, quien refirió que para revivir la operatividad de dicho atractivo, el Municipio requeriría una inversión de aproximadamente cinco millones de pesos.
“La idea es reactivarlas nuevamente, ahorita estamos viendo esa parte con la Gerencia de Centro Histórico con la finalidad de que pudiéramos reactivarlas y, o en dado caso, desde luego ya mejorar definitivamente esa área”, mencionó en entrevista.
El considerable costo, según explicó el funcionario municipal, obedece a que el sistema de las también denominadas “fuentes danzantes” fue diseñado en Francia, de manera que su reparación requiere de una inversión que rebasa las posibilidades monetarias del Ayuntamiento capitalino.
“Estamos hablando de que para rehabilitarlas nos costaría cerca de cinco millones de pesos, debido a la maquinaria que tiene, porque ya habíamos comentado que es francesa (la maquinaria), nos eleva el gasto”, agregó.
Incluso, pese a que la posibilidad de rehabilitarlas sigue en pie, las autoridades reconocen que resultaría más económico el cierre definitivo del espacio, aunque por el poco interés que existe para que esto suceda, se ha omitido cotizar cuánto costaría tapar esa fuente que de servir para mejorar la imagen del Centro Histórico, hoy se encuentra en el olvido y cubierta por tablones de madera que cada vez se deterioran más.
¿Qué provocó el daño en las fuentes?
Al solicitarle al funcionario que se nos recordara el por qué se procedió al cierre de las fuentes, mencionó que a consecuencia de las constantes movilizaciones sociales y plantones que se viven en el primer cuadro de la ciudad, la basura acumulada en el Centro Histórico fue a parar en los ductos que le daban viva a este atractivo visual.
“Cuando nosotros llegamos ya la fuente no funcionaba, tenía el mecanismo dañado, más sin embargo, a través de las diferentes tomas que hubo en el Centro Histórico, fueron usadas estas fuentes en algunas ocasiones como basureros y se fue deteriorando más; se extraviaron algunas de las piedras que estaban colocadas en un acomodo móvil”.
También dijo que al ser removibles las piedras que tapaban el escape del agua, varias piezas de cantera resultaron extraviadas, por lo que de proceder a la rehabilitación de las fuentes saltarinas, resaltó la necesidad de que su estructura sea colocada de manera fija.
Aunque todavía no se define el futuro de las fuentes, José Luis Gil expuso que sobre el mes de marzo se tomará una determinación en torno a si este atractivo se extinguirá de manera definitiva, o si el Ayuntamiento hará un esfuerzo para mejorar la imagen de la Plaza Melchor Ocampo.