Las mujeres de mi vida: Metamórficas violeta

Cuando quieras volver, acuérdate de esta noche, recuerda tu cara” me decía mientras observaba mi rostro ensangrentado frente al espejo. Gasas y hielo para desinflamar. Mora, la amiga que se convirtió en mi salvación esa noche y a quien llevo en mi corazón por siempre.

Ni siquiera lo pensé al abrir el chat grupal de whatsapp METAMÓRFICAS VIOLETA, mensaje directo / al instante/ seguido de mensajes de apoyo e indignación. El pequeño grupo de amigas con las que compartimos proyectos, arte, el sostén, la motivación, etc. se había convertido, en ese momento, en el único lugar en donde quería estar, mi seguridad.

Mora preparó el desayuno para mí, frutas, café, chocolate y una plática de horas y horas que se resumía a abrazos para mi corazón y cuerpo destrozado.

Horas después, bien temprano, IRIS estaba conmigo. Sin preguntarme nada, dejándome procesar todo lo que me sucedió esa noche, extendiéndome su ayuda sin esperar nada a cambio… me ofreció su casa para dormir y en la noche vimos películas navideñas.

La parte difícil comenzaba ahora, aún no sabía qué parte de la historia era conveniente platicarles a mi familia, no quería hacerlos sentir mal y no tenía fuerzas para iniciar un proceso legal o ir al médico. Maquillaje, lentes oscuros y todo resuelto.

Salí bien temprano, desde hacía meses estaba planeado un viaje a la playa para pasar los días de navidad en familia, tíxs, primxs, padres, hermanxs, sobrinxs. Todo dispuesto para acariciar mi alma, para sentir el amor en todo su esplendor, el amor que sana…

Quise esconderlo pero fue imposible sostener la mentira, era evidente lo que me había ocurrido, MI MADRE lo supo / direct direct / con solo verme, ella, la del alma incandescente, la incondicional de toda la vida, el abrazo que deseo nunca me falte, la llamada diaria, mi centro, mi zona cálida, mi refugio. En ese viaje mi madre, tías y primas fueron mi retorno al universo, su amor sostenía mi mente inquieta, pude quebrantarme y ellas estaban conmigo reparando cada parte de mí. No hablamos mucho, la única consigna fue desechar lo que ya no funcionaba y disfrutar de mi libertad.

Al regreso, ellas seguían allí, METAMÓRFICAS VIOLETA, les conté mi historia y me indignó saber que todas, absolutamente todas habíamos vivido casos de violencia y maltratos en nuestras relaciones, sentía como cada historia contada nos acercaba más y nos hacía más fuertes. Nunca me dejaron sola.

Ahora escribo esto desde África, desde la capital de guinea, CONAKRY, me fui de México para poner tierra de por medio, para perseguir el sueño que alguna vez fue poema

“Quiero bailar un dunumba en conakry, en el barrio de matam
Hacer la dieta del arroz con danza
Ser la petit de una gran bailarina desorbitarme y fundirme en la historia”

Aquí supe que los poemas son también premoniciones.

El intento por acercarme a las mujeres, conocer y reconocerme en ellas ha sido fundamental en este viaje. Sofi, la mexicana que me abrió las puertas de su casa en el quartier de dixxin (dixxin mon premier amour) a quien supe elegir bien, mi guía, mi estrella de ramadán, ma sista del nakana, siempre dispuesta a darme ánimos, mensajes presentes ¿cómo estás? ¿café noir? Vamos por una chela, vamos a platicar, hay repetición en con tal ballet, vamos… entonces me doy cuenta de la importancia de tener mujeres que te cuiden, que te valoren, que te ayuden y acompañen en ese mundo patriarcal.

Poco a poco voy integrándome a esta nueva sociedad, entreno con el ballet de mis sueños el “ballet de matam” comienzo a tener amigas, mis protectoras, que siempre están al tanto de mí, que si entendí bien el paso, que si dormí bien, ya me ayudan a lavar mi ropa y pronto me enseñarán a cocinar la deliciosa gastronomía de la guinée. Y las otras fotes (blancas en lengua ssoussou) con quien disfrutamos platicar nuestras historias de amor, de cómo sobrellevamos la carga de ser blancas en África, las afectaciones y sus beneficios, en algún momento contaré algo referente a ello, al shock cultural.

Quiero lograr, con esta pequeña historia, vislumbrar la importancia de tener mujeres en nuestros círculos sociales. A todas ustedes agradezco tanto, siempre pienso en sus palabras y en la manera que tiene cada una de demostrarme su amor, si bien, ahora estoy lejos de casa pero 100% segura que ellas siguen conmigo, demostrándome cada día que siguen cuidando de mí y yo solo quiero retribuirles con creces cada detalle mínimo. Las amo, gracias porque juntas somos poderosas.