El rol de las políticas de AMLO en la crisis de fentanilo en EUA
Estados Unidos.- Un análisis de The Economist ha puesto en foco las políticas del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como un factor crucial en la creciente crisis de fentanilo que enfrenta Estados Unidos.
Durante la última década, la crisis de sobredosis por opioides, especialmente fentanilo, ha escalado dramáticamente en la Unión Americana.
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El semanario británico subraya que las acciones del gobierno de México han complicado los esfuerzos para contrarrestar esta tendencia.
Un punto de controversia es la resistencia de López Obrador a reconocer la producción de fentanilo en territorio mexicano.
Efecto AMLO en crisis de fentanilo
The Economist también enfatiza la respuesta desaprobatoria del presidente ante las acusaciones de narcotráfico contra Los Chapitos en abril de 2023, condenando la investigación de la DEA como una “intromisión abusiva y prepotente, que no debe aceptarse bajo ningún motivo”.
El medio acusa que “El señor López Obrador modificó una ley de seguridad para dificultar el trabajo de los agentes antinarcóticos extranjeros en México”.
La estrategia de “abrazos, no balazos”, promovida por AMLO, sugiere que proporcionar más soporte a las comunidades empobrecidas puede disminuir el crimen, según sostiene la publicación.
A pesar de las críticas a la postura de AMLO, The Economist reconoce esfuerzos conjuntos entre México y Estados Unidos para detener la exportación de fentanilo, destacando la colaboración de Antony Blinken y Alejandro Mayorkas.
Se menciona el fortalecimiento de leyes para el control de precursores de fentanilo y la captura de Ovidio Guzmán López por las Fuerzas Armadas.
Finalmente, un productor de fentanilo entrevistado por The Economist, que migró de la heroína al fentanilo en 2020 aumentando sus ingresos, señala que la caza de Los Chapitos por parte de EUA ha provocado que el Cártel de Sinaloa restrinja la producción de fentanilo.
A pesar de las amenazas, el productor considera la posibilidad de establecer laboratorios en otras regiones de México y advierte que “esto no se terminará a menos que otra droga sustituya al fentanilo”.