El primer trimestre de 2024 muestra una desaceleración económica en USA, con implicaciones para el mercado, que marca un descenso en el consumo.
El incremento económico de Estados Unidos se ha moderado a un 1.6% anual durante el primer trimestre de 2024, lo que representa una disminución notable en comparación con el 3.4% del trimestre anterior.
Este crecimiento es el más bajo entre 2022 y 2024, al no alcanzar las proyecciones de mercado que se esperaban en un 2.5%. El consumo de los ciudadanos ha disminuido en paralelo a la desaceleración económica de los USA.
A que se debe la desaceleración en el crecimiento Económico en los USA
De acuerdo con la información proporcionada por la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, el crecimiento modesto del Producto Interno Bruto (PIB) real se debe en gran parte al consumo, aunque este ha perdido impulso.
La inversión fija y el gasto gubernamental también han aportado al crecimiento, pero de manera moderada.
La misma Oficina indica que la desaceleración económica del PIB en los USA se debe principalmente a la reducción en el consumo, las exportaciones y el gasto de los gobiernos estatales y locales, así como una disminución en el gasto federal. A pesar de esto, se ha registrado un aumento en la inversión fija residencial y un crecimiento en las importaciones.
En términos nominales, el PIB experimentó un incremento del 4.8% anual, sumando 327 mil 500 millones de dólares y alcanzando un total de 28.28 billones de dólares. En el trimestre previo, el incremento fue del 5.1%, equivalente a 346 mil 900 millones de dólares.
Cual ha sido el impacto en los mercados sobre la desaceleración económica en USA
La noticia de la desaceleración económica en USA ha tenido un efecto adverso en los mercados financieros, con una caída de 300 puntos en los futuros del Dow luego de la publicación de estos datos el 24 de abril. Esto demuestra la relación directa entre los indicadores económicos y las expectativas y acciones del mercado.
Los especialistas advierten que la ralentización del crecimiento puede ser un presagio de desafíos económicos más grandes para Estados Unidos en el futuro cercano, lo que podría implicar ajustes en las políticas económicas y reacciones del mercado ante incertidumbres tanto globales como internas.