Descubre estrategias y hábitos para dormir mejor que te ayudarán a levantarte lleno de vitalidad cada día
Para alcanzar un descanso profundo y despertares llenos de vitalidad, es crucial desarrollar hábitos saludables de sueño para dormir mejor. Las rutinas que favorecen un sueño de calidad pueden tener un efecto significativo en la mejora de la productividad y bienestar diario, tal como lo señala la División de Medicina del Sueño de la Escuela de Medicina de Harvard.
Una de las recomendaciones fundamentales para un sueño reparador, de acuerdo con especialistas de Luuna, es fijar un horario constante para acostarse y levantarse que se ajuste a las necesidades de sueño de cada individuo.
El estudio afirma que “dormir temprano puede estar más bajo tu control de lo que crees”, enfatizando la necesidad de conocer cuántas horas de sueño son necesarias para sentirse completamente descansado.
La creación de un entorno adecuado para el descanso es otro aspecto crítico, según la doctora Ana Ávila.
“Una habitación tranquila, oscura y bien ventilada, junto con un colchón y ropa de cama cómodos, son clave para promover un sueño reparador”, dice.
Para favorecer la transición a un horario de sueño más temprano, es recomendable evitar cenas de peso y la ingesta de cafeína y alcohol antes de dormir.
“Estos pueden afectar negativamente la calidad del sueño, actuando como estimulantes incluso horas después de ser consumidos”, explica Ávila.
El ejercicio físico es otro aliado del sueño profundo, pero debe evitarse realizarlo justo antes de acostarse para no elevar los niveles de cortisol, como sugiere el estudio. Por otro lado, el doctor Carlos Ramírez recomienda que las siestas sean breves y no se realicen cerca de la hora de dormir nocturna.
Es vital alejarse de los dispositivos electrónicos antes de acostarse, ya que “la luz azul emitida por pantallas puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño”, advierte Ramírez.
Una rutina previa al sueño que incluya actividades relajantes como leer o escuchar música suave puede ser muy beneficiosa.
Incorporar ajustes progresivos en la rutina diaria es esencial para mejorar la calidad del sueño. Aunque puede ser un desafío instaurar todas estas prácticas de inmediato, cada pequeña modificación puede tener un gran impacto en lograr un descanso nocturno más placentero y despertares más energizantes.