ocho días de guerra en Sinaloa
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La guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa deja un saldo devastador.

Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, ha proporcionado detalles sobre las operaciones de seguridad en México tras siete semanas de tensión en Sinaloa.

Este martes se confirmó que la violencia resultante de los enfrentamientos entre Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Los Chapitos, hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, ha dejado un saldo de al menos 30 muertos en los primeros ocho días.

Desde el inicio del conflicto el 9 de septiembre, Sandoval reportó 13 ataques de grupos criminales contra las fuerzas de seguridad, con dos militares caídos y cerca de 30 detenciones, además de diez personas heridas, incluyendo nueve civiles.

Un total de 2.200 efectivos han sido movilizados para enfrentar la inseguridad en esta región, un histórico bastión del Cártel de Sinaloa.

“Se puso como estrategia primero ocupar las áreas donde sabíamos que tenían presencia los grupos delictivos”, mencionó Sandoval.

Guerra en Sinaloa

Aunque Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Rubén Rocha inicialmente hablaron de confrontaciones entre dos grupos, Sandoval clarificó que se trata de una lucha por el control del Cartel de Sinaloa.

La situación se agravó tras la captura de Zambada el 25 de julio, quien acusó a Los Chapitos de traicionarlo. Tras una breve tregua, las hostilidades se reanudaron, intensificando la violencia en la región.

“En la sexta semana sí empezamos a tener datos, lo que nos llevó precisamente a incrementar los refuerzos”, añadió el general.

El despliegue incluyó 50 vehículos terrestres, seis aviones T-6 y cuatro helicópteros de artillería. Las autoridades han incautado un arsenal considerable, incluyendo 115 armas largas, 14 cortas, granadas, un lanzacohetes, vehículos blindados y una patrulla clonada, junto con drogas como marihuana, opio, cocaína y metanfetaminas.

La guerra entre ‘La Mayiza’ y ‘La Chapiza’ se hizo evidente con un enfrentamiento en La Campiña, Culiacán. De las 35 muertes violentas en Sinaloa desde el 9 de septiembre, 32 están relacionadas con este conflicto.

“[El fin de la violencia] no depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos que dejen de hacer confrontación entre ellos”, declaró Jesús Leana, comandante de la tercera región militar, destacando la dificultad del Estado para garantizar la seguridad.

Sandoval prometió continuar las operaciones el tiempo necesario y fortalecer la inteligencia para reducir la inseguridad.

Los últimos asesinatos en Culiacán han estado marcados por amenazas mutuas entre los grupos, con cuerpos encontrados envueltos en cobijas y con juguetes encima, y ataques cibernéticos a sitios gubernamentales.