El secretario de Gobierno, Adrián López Solís, señaló que uno de los empréstitos que contrató el gobierno del estado en 2013, no fue pactado en las mejores condiciones, y ello ha provocado que al menos, el Ejecutivo de la entidad deba pagar alrededor de 300 millones de pesos en tasas de interés.
El gobernador Silvano Aureoles Conejo anunció ayer complejidad financiera para el cierre de este año y el inicio del próximo 2017, pues detalló que habría necesidad de reajustar el proyecto de presupuesto para el próximo año, debido a que la autoridad deberá destinar al menos 300 millones de pesos en el pago de una tasa de interés de uno de los empréstitos.
Al respecto, Adrián López Solís detalló, “hay algunos préstamos que adquirió el gobierno estatal, principalmente uno de 2013, que no fue contratado en la mejores condiciones, el costo de este empréstito, se incrementa en la medida que se incrementan las tasas de referencia, es necesario sin duda revisar esta situación porque ante una economía fluctuante, ante el incremento de las tasas de interés, pues eso repercute en las finanzas del estado por cuanto hay que pagar una mayor cantidad de recurso que de origen tampoco se puede presupuestar”.
López Solís justificó que el crédito se contrató en condiciones no óptimas para el gobierno, debido al blindaje que exige la institución financiera.
“La calidad crediticia del estado, financiera también de aquel momento son factores que los acreedores toman en cuenta para proteger el tipo de recurso que ellos ponen a disposición del estado”, dijo.
Concluyó que de momento no se cuenta con la cuantificación total que deberán destinar para el pago de tasas de interés y deuda pública.