Uruapan, Michoacán, 10 de noviembre del 2022.- Fiel quizá a la idea de que uno siempre vuelve a dónde fue feliz, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla regresó este día al Colegio Casa del Niño, dónde estudió la secundaria, y pidió a las nuevas generaciones ser libres y buscar la felicidad.
Sin ningún otro motivo que visitar su vieja escuela en la ciudad de Uruapan, y en ejemplo propio decirle a los estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria que es posible alcanzar sus sueños, el gobernador de Michoacán llegó a la Casa del Niño sin mayor protocolo ni ceremonial, simplemente animado por la nostalgia y el ánimo de agradecer a la institución que le formó.
Uruapan es una ciudad reconocida por su poderosa industria aguacatera, pero tras bambalinas de esa riqueza también ha sufrido el deterioro provocado por la violencia de la delincuencia organizada, y en ese contexto adquiere otro sentido la visita del gobernador a su secundaria para alentar a los jóvenes a seguir adelante con sus estudios.
“En esta escuela nos enseñaron que siempre debemos buscar la verdad, y ser útiles a la sociedad. Quise volver como gobernador para pedirles que sean felices, y que hagan lo que más les guste. Venimos a este mundo a ser felices y dar felicidad a los demás”, dijo Ramírez Bedolla a niñas, niños, y jóvenes que se volcaron alrededor del gobernador con un cálido recibimiento.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla se fue de la Casa del Niño visiblemente conmovido, pero dejó en sus aulas la esperanza de que es posible cambiar el destino, y aspirar a ser feliz.
Ingresa a: FNERRR exige mayor presupuesto para infraestructura y desarrollo educativo