Luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald J. Trump, amagara a las empresas automotrices que pretenden invertir o que tienen plantas armadoras en México, de pagar “fuertes impuestos fronterizos”, la directora ejecutiva de General Motors, Mary Barra rechazó que la empresa transfiera la armadora de autos compactos de México a Estados Unidos.
Fue este domingo ante medios de comunicación que la ejecutiva de GM señaló que no es posible que se lleve la armadora a Estados Unidos, pues los proyectos de la empresa son realizados con “mucho tiempo de anticipación y no pueden ser revertidos tan fácilmente”.
A su vez, Toyota México publicó a través de redes sociales un pequeño comunicado en el que asegura que los planes de la empresa automotriz de tener una nueva planta en Guanajuato no serán modificados.
“Los volúmenes de producción y de empleo de la región no se verán afectados como resultado de nuestra nueva planta en Guanajuato, Anunciada en abril de 2015. Toyota México informa que no hay cambios en la estrategia regional bajo las circunstancias actuales”, reza parte del comunicado.
Sin embargo, el presidente del grupo Fiat Chrysler (FCA), Sergio Marchionne, aseveró que los fabricantes deberán adaptarse a las nuevas políticas impuestas por Donald Trump; aunque no precisó si su empresa trasladará la producción de la camioneta RAM que se hace en México al vecino país del norte.
Y es que apenas hace unas horas, FCA anunció que se invertirán dos mil millones de dólares en modernizar las plantas que tienen en Ohio y Michigan. Y para esta última se detalló que las mejoras en la infraestructura permitirán la producción de la camioneta RAM.
Es importante mencionar que ante las amenazas de Donald Trump, Ford Motor Company, decidió suspender el proyecto para instalar una armadora en San Luis Potosí, México. Misma que será edificada en Estados Unidos, decisión que aplaudió el republicano.