Videojuegos en la nube una nueva era para el gaming

Jugar sin preocuparse por el hardware, sin descargar, instalar ni actualizar: solo abrir y jugar. Eso es el gaming en la nube, una tendencia que está cambiando la manera en que se consumen videojuegos.

No hace falta una consola de última generación ni un ordenador potente, basta con una conexión estable y un dispositivo compatible. Sin embargo, existe una contraparte: desafíos de un modelo que puede transformar la industria, pero que tiene obstáculos por superar.

¿Qué es el cloud gaming y cómo funciona?

El juego en la nube (cloud gaming) es un modelo que permite ejecutar videojuegos independientemente del hardware del usuario. En lugar de ser instalados en un ordenador, consola o móvil, los juegos se procesan en servidores remotos y se transmiten en tiempo real al dispositivo del jugador.

Funciona de manera similar a las plataformas de streaming de vídeo: el usuario envía comandos, el servidor los procesa y devuelve la imagen y el sonido en cuestión de milisegundos.

Este modelo permite jugar títulos complejos que requieren de hardware muy potente, del mismo modo en que ofrece opciones más simples, como Crash money game.

Crash es un juego en el que los jugadores realizan una apuesta y observan cómo un multiplicador comienza a subir en la pantalla. El objetivo es retirar la apuesta antes de que el multiplicador colapse, porque si eso ocurre antes de que el jugador tome la ganancia, pierde todo lo apostado.

A medida que el multiplicador aumenta, crece la posibilidad de obtener grandes ganancias, aunque también crece la incertidumbre. Crash puede jugarse en plataformas como Gamdom casino, que combina las funcionalidades de un casino tradicional con lo que ofrece la tecnología blockchain para brindar una experiencia de juego segura y privada.

Ventajas del gaming en la nube

El gaming en la nube ha cambiado la forma en que se accede a los videojuegos, ya que elimina barreras técnicas y económicas que antes limitaban a muchos jugadores. Una de sus ventajas es la no necesidad de hardware de última generación. Un dispositivo básico con una conexión a internet estable es suficiente para ejecutar muchísimos títulos. 

Otra ventaja es que los juegos están siempre disponibles sin necesidad de descargas ni instalaciones, lo que posibilita el acceso inmediato desde cualquier dispositivo.

Principales desafíos y limitaciones

El gaming en la nube enfrenta algunos obstáculos que afectan la experiencia de los usuarios. Sin una velocidad mínima de 15 Mbps para 720p y 25 Mbps para 1080p, los juegos sufren interrupciones, los tiempos de carga son más largos y se pierde sincronización entre los comandos ejecutados por el jugador y la acción en pantalla.

Otro problema es la latencia: incluso con una muy buena conexión, la distancia entre el usuario y los servidores puede generar retrasos en la respuesta. En juegos que requieren de mucha precisión, como los shooters, un pequeño desfase puede hacer toda la diferencia.

Además, el modelo de negocio basado en suscripciones impone costes recurrentes y elimina la cuestión relativa a la propiedad de los juegos. Por lo tanto, si el servicio desaparece o el usuario deja de pagar, pierde el acceso a su biblioteca.

Cómo impacta el cloud gaming en la industria de los videojuegos

El crecimiento del gaming en la nube ha redefinido la industria de los videojuegos. En 2021, el sector del cloud gaming estaba valuado en más de 1.200 millones de euros y ese mismo año se estimaba que alcanzaría los 38.000 millones en 2030.

En parte, esto se debe a que cada vez más compañías adoptan modelos de suscripción en lugar de ventas unitarias, entre los que destacan plataformas como Xbox Cloud Gaming, PlayStation Plus y NVIDIA GeForce Now.

A su vez, los casinos en línea también han encontrado en el cloud gaming una herramienta valiosa, debido a que facilita la adopción. Siendo así, la industria avanza hacia un modelo más flexible, donde el hardware deja de ser una barrera.

El futuro en las nubes, ¿o solo un espejismo?

El gaming en la nube facilita el acceso total a juegos más allá de las limitaciones de hardware. No obstante, la latencia, la dependencia de internet y los modelos de suscripción siguen siendo barreras reales. 

El crecimiento del sector es innegable, pero aún queda camino por recorrer hasta que desplace a los sistemas tradicionales. ¿Terminará siendo el cielo del gaming o se convertirá en vapor digital que se disipará en el viento de la innovación? Probablemente ninguna de las dos cosas.