futuro de colaboración científica entre Estados Unidos y China en riesgo
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El futuro de la colaboración científica entre Estados Unidos (EU) y China se encuentra en duda ante un contexto de tensiones geopolíticas.

Estados Unidos.-El Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica (STA) entre Estados Unidos (EU) y China, que expira a fines de agosto de 2024, ha sido una piedra angular en la investigación conjunta desde 1979, renovándose cada cinco años.

Sin embargo, dado el año electoral y la creciente animosidad bipartidista hacia China, la continuidad del STA está en duda.

En febrero, una extensión de seis meses fue posible gracias a una iniciativa de los físicos Steven Kivelson y Peter Michelson de la Universidad de Stanford, quienes lideraron una campaña de cartas abiertas con el apoyo de más de 1.000 investigadores, incluidos premios Nobel.

La carta destacaba que el STA “es un marco para la investigación abierta y fundamental y dicha investigación beneficia a Estados Unidos y al mundo”.

Desde 1985, la Directiva de Decisión de Seguridad Nacional 189 (NSDD-189) ha protegido la investigación fundamental en Estados Unidos, promoviendo la libre comunicación de descubrimientos científicos. No obstante, recientes políticas han comenzado a socavar este principio, afectando la colaboración científica con China.

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Investigadores en Estados Unidos han sido acusados de espionaje y enfrentado interrogatorios por su origen y área de investigación.

En 2023, Florida implementó restricciones para la contratación de posgraduados de países considerados sensibles, como China.

Además, el Congreso intentó revivir la “Iniciativa China” para enfrentar espionaje en investigación e industria, a pesar de su fracaso y cierre en 2022.

Las políticas restrictivas incluyen prohibiciones del Departamento de Defensa a financiar universidades que mantengan colaboraciones de investigación con China.

Los científicos deben argumentar pragmáticamente para mantener las colaboraciones bilaterales, considerando tanto la seguridad nacional como la productividad científica.

Tres desafíos principales obstaculizan la colaboración: la percepción de la ciencia como amenaza en tiempos de tensión geopolítica, la confusión entre ciencia y tecnología, y un contexto geopolítico que impulsa a China a orientar la investigación hacia lo militar y restringir la información.

El informe JASON sugiere adaptar la seguridad de la investigación a cada proyecto específico, preservando colaboraciones valiosas sin comprometer la seguridad nacional.

En esta era de desafíos geopolíticos, el equilibrio entre ciencia abierta y seguridad es crucial para reconstruir la confianza entre Estados Unidos y China, similar a la función de los científicos durante la Guerra Fría.