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Las mexicanas Brenda Flores y Marisol Romero terminaron hoy en la cola de la final de los 10 mil metros planos, una debido a su lesión y la otra por su inexperiencia, en la mejor carrera de atletismo de los últimos años en la que la etíope Almaz Ayana rompió el récord mundial con un tiempo de 29:17.45.

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En un día fresco en Río de Janeiro -18 grados centígrados y con muchas nubes-, ideal para la práctica de este deporte, Flores en sus primeros Juegos Olímpicos y atleta de élite hace apenas un lustro, terminó en el puesto 32 con su mejor marca de la temporada, con un tiempo de 32:39.08.

Su compañera, Marisol Romero, que en Londres participó en la prueba de maratón, terminó última, en el puesto 35, hundida en el cronómetro con 35:33.03, por una serie de lesiones de las que recayó esta semana.

“Fue el momento más difícil de mi carrera deportiva, 14 años sin ninguna lesión y desafortunadamente esta semana se complicó”, explicó Romero, quien entre lágrimas dijo que sufría desde hacía tres meses lesiones en la fascia y en la inserción del tendón de las que no se pudo recuperarse por completo.

En entrevista con Notimex, Romero agregó que “el trabajo de un atleta no es nada sencillo. Tiene muchos altibajos y el día de hoy fue el mío”.

Admitió que es el momento de reflexionar sobre si se retira del deporte.

“Es difícil tomar la decisión de entrar en una competencia cuando traes molestias de este tipo. Pero siempre he creído que lo que se empieza tiene que terminar”, agregó Romero, en referencia a por qué no abandonó a media carrera.

Flores por su parte salió sonriente de su primera carrera olímpica, en la que aseguró que acumuló experiencia para la fase decisiva de su carrera deportiva, que probablemente se dará en los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio o los de 2024.

“El tiempo fue alto. El hecho de que haya sido mi primer ciclo olímpico me ha dado ese aprendizaje de que me falta mucho por trabajar”, admitió.

“Hay que darle más recorrido a estas piernas. Tengo 24 años y espero que mi mejor momento llegue a los 30 años. Todavía me falta por recorrer. Es un proceso”, dijo la corredora, nacida en Nezahualcoyotl, Estado de México.

Explicó que “ha sido un año difícil” porque no ha logrado las marcas que esperaba, pero dijo sentir que hay margen para mejorar y tratar de acercarse a las corredoras africanas, que de nuevo volvieron a copar el podio.

“Las marcas no se han dado como veníamos haciéndolo. No ha habido la progresión que esperaba. Pero estoy feliz porque vuelvo a sentir mi cuerpo de nuevo”, señaló.

“Sé que estoy entre las mejores y que puedo dar aún más. Y que voy a ir detrás de mis referentes”, agregó la corredora, tras destacar su participación en la carrera junto a la gran estrella del día y probablemente uno de los grandes nombres de estos Juegos: la etíope Almaz Ayana.

Ayana, campeona de cinco mil metros en los Mundiales de Pekín en 2015 y en sus primeros Juegos Olímpicos, destrozó este viernes uno de los récords del mundo más longevos: el que detentaba la china Wang Junxia desde 1993, cuando corrió los 10 mil metros planos en 29:31.78.

El podio lo completaron la keniana Vivian Cheruiyot (bronce en Londres 2012), con un tiempo de 29:32.53, y la también etíope Tirunesh Dibaba (29:42.56), quien ganó el oro en Londres en esta modalidad, pero este viernes logró el bronce.


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