El manejo de las finanzas de los Millennials vs GenZ
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Explorando cómo Millennials y GenZ manejan sus finanzas y sus diferencias clave.

La gestión de finanzas personales ha evolucionado significativamente entre las generaciones; Millennials y la Generación Z (GenZ), quienes están en plena etapa adulta, presentan diferencias notables en este aspecto debido a las variaciones en las condiciones económicas y el avance tecnológico.

Aunque ambas generaciones son consecutivas, difieren en aspectos cruciales al administrar sus finanzas personales. La tecnología y el acceso a la información juegan un papel fundamental en estas diferencias.

Finanzas de los Millennials

Los Millennials, quienes vivieron la transición digital, se adaptaron tempranamente al uso de internet y aplicaciones financieras, lo que les permite manejar cómodamente sus finanzas a través de plataformas digitales.

En contraste, la Generación Z, nacidos en la era digital, utilizan intensivamente las aplicaciones móviles financieras como ‘DiDi Préstamos’, ‘DiDi Pay’ y ‘DiDi Card’, evitando las visitas a bancos físicos.

Esta generación también muestra interés en nuevas formas de inversión como las criptomonedas.

Respecto a las deudas, los Millennials, nacidos entre 1980 y 1996, son generalmente más cautelosos debido a las crisis económicas pasadas, como la del 2008. Prefieren minimizar sus deudas para asegurar estabilidad financiera.

GenZ

Por otro lado, la Generación Z, nacida entre 1997 y 2010, utiliza el crédito de forma estratégica para construir un buen historial crediticio desde jóvenes.

La estabilidad laboral es otro punto donde difieren: los Millennials valoran la seguridad laboral tras enfrentar múltiples crisis económicas, mientras que la Generación Z, acostumbrada a la economía gig y la flexibilidad laboral, maneja sus ingresos y carreras de manera diferente.

En cuanto a las prioridades de gasto, los Millennials se inclinan por experiencias de calidad como viajes o educación continua, mientras que la Generación Z prioriza la sostenibilidad y la ética en sus decisiones de compra, eligiendo marcas alineadas con sus valores personales y ambientales.

A pesar de sus diferencias, ambas generaciones encuentran en la tecnología y las buenas prácticas financieras las herramientas necesarias para construir un futuro financiero estable.

Estas diferencias son esenciales para desarrollar estrategias educativas y asesoramiento financiero que se adapte a cada generación.