Morelia, Michoacán.-Las calles cercanas al Santuario de Guadalupe, mejor conocido como templo de San Diego, comienza a llenarse de personas desde muy temprano, los fieles esperan las 12:00 en punto para bailar y cantarle a la morenita.
La gente comienza a aglomerarse, los empujones se dan cita conforme más cerca estas del templo, la fe por la Guadalupana es tan grande, que nadie quiere quedar lejos de aquella imagen que se sostiene en lo alto de su templo.
Cientos de colonos comienzan a llegar con más imágenes de la Virgen, cada uno lleva su comitiva y aquel tumulto comienza a crecer y a crecer, al punto de sólo caminar un paso durante varios segundos.
Felices se encuentran los puestos de comida que se centran en la plaza Morelos y parte de la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, quienes no se dan abasto para atender a los cientos de feligreses que cansados y con frío, asisten a los puestos para recuperar energías.
El frío no se percibe ante la gran cantidad de gente, sólo puede sentirse el cansancio de caminar durante horas, pero es bien recompensando porque aquella imagen brinda paz y esperanza en un país, donde la violencia cada día es peor.
En punto de las 12:00 a.m., se puede escuchar en la voz de la mayoría de las personas “Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana”, ademas de la tradicional “Estas son las mañanitas”, celebrando la llegada de la Virgen de Guadalupe.
Por un lapso de una hora, los peregrinos cantan y alaban a su protectora, aquella imagen que les permite aún tener fe y esperanza aún cuando las cosas van del todo mal.
Al terminar la misa y las tradicionales mañanitas, algunos asistentes aún se mantienen en la iglesia, rogándole e implorandole un milagro más, los rostros de aquellas personas, suplicando su intervención divina, lo dice todo, necesitan creer que al final del día, todo estará bien.