Federica Quijano comparte detalles sobre las adicciones y la relación turbulenta con su padre
La artista y exintegrante de Kabah, Federica Quijano, abrió su corazón al compartir las complejidades de su vínculo con su padre, Eduardo Quijano Alemán, desde su infancia, después de que su madre los abandonara.
Al ser interrogada por la periodista Pati Chapoy sobre si su progenitor tenía problemas con el alcohol, Federica confirmó: “Yo creo que sí, y nunca lo aceptó, como que toda su vida giraba en fiestas, mujeres, en todo eso”.
Federica también relató anécdotas de su niñez, como la prohibición de comer ciertos pasteles en fiestas: “Nosotros de repente estábamos en una fiesta de grandes y había pastales y ‘no, ustedes no pueden comer de ese pastel’, ya ahorita que estoy grande dices ‘ay, ya sé por qué no podíamos comer de ese pastel’”. Al ser cuestionada por Chapoy, aclaró que era porque “pues porque tenía marihuana”.
A pesar de estos retos, Quijano se vio en la situación de cuidar a su padre cuando este lo perdió todo. “Hasta que se quedó sin casa, sin mujeres, sin dinero, sin nada, la única que lo recibió en su casa fui yo. Recibí a mi papá porque no tenía dónde vivir, no tenía un solo peso, y a diario pedía ‘mi pijama lavada todos los días’, y usaba a mi chofer, y usaba esto (sus cosas), porque yo viajaba”, explicó.
Su padre continuó con sus hábitos destructivos, lo que llevó a Federica a buscarle un lugar más adecuado para su cuidado. “Y debajo de la cama de mi papá estaban paquetes de salchichas que había sacado del refri, jamón, las botellas de tequila, todo, tuve que cerrar con llave el bar de mi papá, entonces le renté un cuarto, en el mismo pueblo donde tenía yo mi casa, y de repente de la nada mi papá empezó a tener como estas lagunas, se le olvidaban cosas, y una amiga mía nos ayudó a buscar una casa hogar que lo recibiera, y empezó a tener episodios de esquizofrenia”, compartió.
Federica concluyó con una anécdota dolorosa sobre la búsqueda de la aprobación paterna y una confrontación final: “Desde que lo dejé, nunca regresé, no sé, no veo para qué, la última vez que comí con él se empezó a emborrachar y empezó a llorar por su mamá, entonces le dije ‘papi, te voy a decir una cosa, tú no estuviste ahí para nosotros, era tú única hija, era como tu princesa, y no, nunca fue’. Le dije ‘nos dejaste, dejaste que tu vida se fuera a la basura’”, confesó entre lágrimas.