La crítica situación del agua en México ante la explotación de la industria de bebidas azucaradas.
México enfrenta una paradoja hídrica: mientras la explotación de 133 mil millones de litros de agua son destinados a la industria alimentaria ultraprocesada, causante de enfermedades crónicas y daño ambiental, un 24% de los hogares en el país sufre escasez diaria.
Este sector, dominado por gigantes como Coca-Cola, Pepsi, Danone, Nestlé y Bimbo, no solo impacta negativamente la salud pública, sino que también ejerce una presión insostenible sobre los recursos hídricos del país.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), encargada de la supervisión, ha sido señalada por su laxitud en la fiscalización de la extracción de agua, lo que potencialmente incrementa el volumen real utilizado por estas empresas.
La explotación del agua en México
La cantidad de agua aprovechada por estas empresas podría llenar el Lago de Chapala más de 16 mil veces, contrastando con la realidad de hogares sin acceso diario a este recurso vital y colocando a México en una posición vulnerable en términos de estrés hídrico en Latinoamérica.
El proceso productivo de bebidas como los refrescos es intensivo en el uso de agua. Según un reporte de Coca-Cola Holanda, la fabricación de medio litro de refresco consume 35.4 litros de agua.
En México, el consumo de agua embotellada también es significativo, con el país adquiriendo el 8.7% del total mundial, lo que se traduce en ganancias millonarias para las empresas involucradas.
La explotación de agua por parte de Coca-Cola se extiende por todo México, con la planta de Toluca siendo una de las más grandes de América Latina y extrayendo más de 3 mil millones de litros anuales en una región ya afectada por el estrés hídrico.
La situación es similar en otros estados, donde la extracción de agua por la industria de bebidas azucaradas supera los límites autorizados y contribuye a la contaminación de acuíferos.
Saneamiento del Agua
La inversión en infraestructura de agua y saneamiento por parte de Coca-Cola Femsa y otras empresas, aunque significativa, no compensa el volumen de agua que consumen ni la contaminación que generan.
Las acciones de reforestación y otros programas ambientales son vistos por algunos expertos como insuficientes y estrategias de marketing para mejorar la imagen corporativa.
Laxitud de la Conagua
La Conagua es criticada por su ineficiencia en regular y supervisar la extracción y uso del agua, lo que agrava la situación de desigualdad en el acceso al agua potable y contribuye a la violación del derecho humano al agua.
Para revertir esta situación, se requiere una acción estatal decidida que garantice la disponibilidad de agua potable para todos y una gestión sustentable de los recursos hídricos frente a los intereses privados de la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados.
Con información de ZonaDocs