Una devastadora explosión de gas en Nairobi resulta en pérdidas humanas y múltiples heridos.
En la capital keniana de Nairobi, un siniestro incendio nocturno, desatado por una explosión de gas, ha cobrado la vida de tres individuos y ha dejado a 280 personas heridas, según informes oficiales del viernes.
La lucha contra las llamas, que se inició cerca de las 23:30 horas local, se extendió por más de nueve horas en Embakasi, una concurrida zona al sureste de la ciudad.
El sector de Mradi, hogar de casi un millón de habitantes, amaneció cubierto de escombros y estructuras dañadas tras el siniestro.
Isaac Maigua Mwaura, portavoz del gobierno, describió el evento en redes sociales: “Un camión cargado de gas explotó, provocando una enorme bola de fuego que se propagó ampliamente”, manteniendo su reporte de tres muertes y cientos de lesionados.
La posible negligencia
El incendio no solo consumió vehículos, sino que también arrasó con propiedades comerciales y residenciales, dejando a muchos atrapados en medio de la noche. El vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua, tras visitar la zona afectada y a los heridos, aseguró que se hará justicia.
La comunidad de Embakasi ha criticado fuertemente la negligencia de las autoridades frente al almacenamiento ilegal de gas y combustible en la zona. Douglas Kanja, inspector de policía, confirmó la detención de un agente encargado de la seguridad en el lugar del desastre.
“Estábamos en casa y escuchamos una enorme explosión”, compartió James Ngoge, residente local, con la AFP. Vivian Njeri, otra afectada, relató el pánico vivido durante la catástrofe mientras recibía atención médica.
El PIEA ha señalado la ilegalidad de la instalación donde ocurrió la explosión, y la EPRA reveló haber rechazado previamente solicitudes para operar una planta de GLP en el sitio por no cumplir con las normas de seguridad.
Este incidente recuerda a la tragedia de 2011 en Embakasi, donde más de un centenar de personas fallecieron debido a un incendio de una tubería de combustible.