Explorando las ruinas de la antigua ciudad purépecha de Tzintzuntzan en Michoacán
Morelia, Michoacán.- Explorar las ruinas de la antigua ciudad purépecha de Tzintzuntzan en Michoacán es un lugar al que no podrán resistír los turistas.
El municipio de Tzintzuntzan se localiza a poco más de 17 kilómetros de Pátzcuaro y a 100 de Morelia, a la orilla del lago. Entre los años 1200 y 1521, este pueblo fue la capital política, cultural y económica de la cultura purépecha y de Michoacán, por muchos años antes de la llegada de los españoles, con quienes establecieron alianzas para detener la expansión azteca.
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El nombre Tzintzuntzan proviene del vocablo purépecha que significa “Lugar de colibríes”. Este es el sitio ideal para las personas que aprecian la artesanía de primera mano, así como también de los rincones históricos y arqueológicos.
La Zona Arqueológica de Tzintzuntzan está formada por construcciones llamadas Yácatas, construcciones piramidales redondeadas edificadas sobre una gran plataforma, en donde habitaron los purépechas y que aún se pueden visitar. Abarca una extensión de más de 6 kilómetros cuadrados.
En esta zona no solo había templos, sino que aquí también existían casas habitaciones, tanto para los sacerdotes como los pobladores.
Aunque las ruinas se encuentran bastante deterioradas, aún quedan vestigios del conocimiento sobre escritura y arquitectura de los purépechas. Estas pirámides se pueden apreciar claramente a la salida del poblado.
El convento Franciscano construido alrededor de 1570 cuenta con bellos y bien cuidados jardines coronados por olivos, además de un arco triunfal, una puerta originaria del siglo XVI. A un costado se encuentra una capilla abierta (en donde se celebraban misas en la época de la colonia) y otra de estilo barroco, la Capilla de la Soledad, además de que varias paredes del convento están decoradas con murales.
La mayor parte de la información sobre la fundación prehispánica de Tzintzuntzan se halla en un documento del siglo XVI llamado “Relación de las ceremonias y ritos y población y gobierno de los indios de a provincia de Michoacán” del fraile Jerónimo de Alcalá. En ese documento se narra cómo al llegar los purépechas a la cuenca del lago de Pátzcuaro establecieron alianzas estratégicas con los antiguos pobladores de las islas y de tierra firme.
Después se consolidaron como grupo hegemónico, teniendo como sede la ciudad de Tzintzuntzan. A partir de la lectura de los documentos históricos, se infiere que el crecimiento de Tzintzuntzan pudo deberse a razones político-religiosas, ya que se trataba de una ciudad administrativa. Como fecha de fundación de la ciudad se menciona el año de 1450, es decir, durante el período posclásico.
Las investigaciones arqueológicas inician en la región a finales del siglo XX. La primera referencia de la existencia de vestigios arqueológicos en Tzintzuntzan se remonta a 1855, cuando Beaumont destaca lo que fueron los principales asentamientos purépechas: Patzcuaro, Tzintzuntzan e Ihuatzio.
El antecedente más antiguo de estudios arqueológicos en el sitio es el trabajo del doctor Nicolas León en 1888, cuando describió las características de los edificios y proporcionó una breve historia del sitio, destacando las intervenciones que ocasionaron una gran destrucción.
La ciudad prehispánica de Tzintzuntzan, fue sin lugar a dudas una de las poblaciones más grandes e importantes a la llegada de los españoles en el siglo XVI, siendo la capital del Señorío Tarasco, lugar desde donde se tomaban las más importantes decisiones políticas, económicas y religiosas de un amplio territorio que abarcaba casi la totalidad del estado de Michoacán, partes de Guerrero, Estado de México, Guanajuato y Jalisco.
La antigua ciudad de Tzintzuntzan se construyó mediante amplias terrazas y grandes plataformas que se van acomodando en las laderas de los cerros Yarahuato y Tariácueri, sobre las que se desplantaron sus casas y edificios religiosos y administrativos. En esta ciudad habitaron los Señores Uacúsechas –Señores Águila-, líderes de este importante señorío quienes a través de una dinastía hereditaria lo gobernaron.
Tzintzuntzan fue una ciudad que contenía los espacios rituales más importantes, plazas y yácatas (basamentos piramidales), además de ser residencia real del Irecha o Cazonci.
El Pueblo Mágico de Tzintzuntzan, también es famoso por sus especialidades gastronómicas: el caldo ahogado, sopa de trucha, tamal de pescado, las corundas y los charales que se comen fritos con sal y limón.
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Uno de sus platillos más tradicionales es el churipo de pescado, que es un caldo de pescado con chile colorado y verduras. Y uno de los guisos que utilizan en sus fiestas es el conejo en chile.
En cuanto a las bebidas tienen una versión de atole que se prepara con maíz tierno, anís y una salsa de tomate verde.
Es por ello que explorar las ruinas de la antigua ciudad purépecha de Tzintzuntzan en Michoacán es un lugar al que no podrán resistir los turistas.