Cómo evitar los 5 peligros más comunes del verano
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El verano es sinónimo de días extensos y repletos de sol, ideal para deleitarse con actividades al aire libre. Desde pasar un día en la playa hasta realizar un picnic al sol, el clima cálido invita a relajarse y disfrutar. No obstante, también es una temporada que conlleva ciertos riesgos para la salud, los cuales pueden transformar un momento agradable en uno riesgoso si no se toman las precauciones necesarias.

Es crucial estar alerta durante estos meses y conocer los cinco peligros más comunes del verano para poder esquivarlos y asegurar una temporada segura. Primero, es vital reconocer las señales de advertencia del calor excesivo, ya que esto puede ayudar a evitar que una molestia menor se convierta en una urgencia médica.

Como señala la doctora Hina Tahir, médica de atención primaria en el Hospital Houston Methodist, “las enfermedades relacionadas con el calor son frecuentes en esta época del año”. Estas incluyen calambres por calor, agotamiento por calor y golpe de calor. Los calambres generalmente se manifiestan como espasmos dolorosos en músculos grandes y se alivian con descanso, enfriamiento y buena hidratación.

El agotamiento por calor puede presentar síntomas como fiebre, pulso acelerado, desmayos, baja presión arterial y náuseas. Ante estos síntomas, es crucial buscar un lugar fresco, recostarse, aflojar la ropa y consumir líquidos fríos.

El golpe de calor es la condición más seria y requiere atención médica inmediata, siendo potencialmente fatal. Para prevenirlo, se recomienda evitar la exposición al sol entre las 9 de la mañana y las 4 de la tarde, vestir ropa ligera y beber mucha agua.

Segundo, las quemaduras solares son otro riesgo importante en verano. La sobreexposición solar sin protección adecuada puede resultar en quemaduras, arrugas y, en casos extremos, cáncer de piel.

Es fundamental usar un protector solar con un SPF de al menos 30 y reaplicarlo cada dos horas o según las indicaciones del producto. Utilizar gafas de sol para filtrar los rayos UVA y UVB y sombreros de ala ancha son prácticas efectivas contra el daño solar.

También es crucial tomar medidas adicionales si se están tomando medicamentos que incrementan la sensibilidad al sol.

El tercer peligro son las enfermedades transmitidas por el agua. Al nadar en piscinas o cuerpos de agua naturales, es posible contraer infecciones gastrointestinales o respiratorias y erupciones cutáneas por agua contaminada.

La doctora Tahir enfatiza la importancia de no tragar agua, ducharse antes y después de nadar y mantener los oídos secos y bien secados.

La intoxicación alimentaria también es común en picnics y comidas al aire libre debido a que el calor puede deteriorar rápidamente los alimentos. Para evitarla, es esencial lavarse las manos antes de manipular alimentos, mantener separados los alimentos crudos de los cocidos y asegurar que se mantengan a temperaturas seguras.

Finalmente, las picaduras de insectos como abejas y avispas pueden ser problemáticas, especialmente para quienes son alérgicos.

La mayoría de las picaduras causan dolor que desaparece rápidamente, pero es crucial saber cómo tratarlas. Si ocurre una picadura, es importante extraer el aguijón rápidamente y aplicar hielo para minimizar la hinchazón. También se puede usar un ungüento de cortisona para calmar la irritación.